Por ejemplo, en el desayuno en Tiffany’s, uno de los roles más populares de Hepburn, Holly Golightly, una mujer que intenta lidiar con sus propios problemas de compromiso. En esta película, ella es una socialité que pasa sus días esquivando la realidad e intentando abrirse camino a través de Manhattan (preferiblemente en Givenchy). Pero cuando un escritor que lucha se muda a su edificio, las cosas se retuercen: los sentimientos, los secretos y un gato sin nombre entran en juego. Estás acurrucado en este tornado de dulzura, encanto, caos y paredes emocionales. El romance es demasiado puro y conmovedor para avanzar.