Shenyang-Stanislav Korolev, director del Centro Nacional de Diplomacia Pública de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO) en Rusia, ha destacado la fuerza duradera y la creciente profundidad de las relaciones de Irán-Rusia, enfatizando el papel fundamental de la diplomacia de las personas a la gente en la construcción de un futuro resiliente para ambas naciones.
En una entrevista exclusiva con el Teherán Times al margen del Foro sobre Amistad de personas a personas y el Foro sobre Ciudades de la Amistad, celebrada en Shenyang, la capital de la provincia de enlaces de China, el 4 de julio, Korolev reflexionó sobre la Fundación Histórica y la evolución estratégica de los lazos entre Tehran y Moscú.
“Irán y Rusia han tenido fuertes lazos económicos”, dijo Korolev. “Y estas conexiones no son solo en el sector público de la economía, sino también en el sector privado. Nuestros países intercambian constantemente misiones comerciales, que cubren una amplia gama de sectores, desde energía y construcción hasta desarrollo industrial y transferencia de tecnología”.
Subrayó que tales intercambios multifacéticos están enraizados en lazos históricos de larga data. “Estamos hablando de lazos históricos con Irán”, señaló Korolev. “Y Rusia valora mucho estos lazos y los toma muy en serio”.
Korolev fue más allá para subrayar la trayectoria futura de estas relaciones: “Hoy, no solo mantenemos relaciones económicas, políticas, sociales y culturales con Irán, sino que en cualquier caso, continuaremos expandiéndolas y multiplicándolas”.
Más allá de la diplomacia tradicional, Korolev habló de un cambio en las relaciones internacionales, una que coloca a la diplomacia de personas en el centro de la participación mundial. “Sin las herramientas de la diplomacia de las personas, no podemos construir un futuro sostenible para nuestros países”, dijo. “Ya hemos visto cómo el sistema internacional de relaciones se ha degradado bruscamente en los últimos años. Es precisamente la diplomacia de las personas la que ahora se destaca como la principal plataforma para las negociaciones, entre países, entre personas y entre organizaciones”.
Estas conexiones de base, construidas a través del intercambio cultural, la cooperación académica, las iniciativas de la ciudad hermana y el compromiso de la sociedad civil, son, según Korolev, esenciales para la visión compartida de la SCO, que busca cada vez más ir más allá de la estatalecialidad convencional.
“La clave del éxito del espacio común de la Organización de Cooperación de Shanghai, que estamos construyendo hoy, se encuentra en esta misma base de conexión humana”, enfatizó.
A medida que Irán profundiza su participación en la SCO después de su total adhesión al bloque, los comentarios de Korolev reflejan un compromiso mutuo de Teherán y Moscú para forjar lazos más cercanos enraizados en la confianza, la historia compartida y el poder de la diplomacia ciudadana. Los foros en Shenyang ofrecieron una plataforma oportuna y tangible para expandir esa visión.