El candidato presidencial del Partido Laborista en las elecciones de 2023, el Sr. Peter Obi, advirtió contra el despliegue de agencias de seguridad para cazar voces jóvenes en el país, diciendo que es un camino peligroso que Nigeria no debe normalizar.
Vea el texto completo a continuación, emitido el domingo.
Los desarrollos recientes en nuestra nación continúan planteando serias preocupaciones sobre la dirección en la que nos dirigimos como democracia. La tensión en la tierra, agravada por las dificultades, está siendo impulsada innecesariamente por nuestra actitud hacia el estado de derecho y los derechos humanos.
El arresto de Martin Vincent Otse, conocido popularmente como Muy Darkman (VDM), aunque quizás dentro de los derechos legales de las agencias de seguridad, se llevó a cabo de una manera que dejó a muchos nigerianos inquietos.
La exhibición de fuerza, que carece de transparencia y cortesía, se parecía mucho a un secuestro, un método inquietante que no solo crea miedo, sino que también corre el riesgo de ser imitado por elementos criminales. Si los nigerianos comienzan a luchar para distinguir entre arrestos legítimos y secuestros ilegales, perderemos una capa vital de seguridad nacional y responsabilidad.
Esta tendencia no es nueva. Debemos recordar que incluso nuestros estimados jueces, la última línea de defensa para la justicia, han sufrido indignidades similares en los últimos años. Cuando aquellos que interpretan la ley son tratados con tal desprecio, es difícil esperar que los ciudadanos comunes se sientan protegidos por la ley.
Además, estos métodos están comenzando a afectar nuestra economía y entorno empresarial. La reacción dirigida a Gtbank, supuestamente vinculada a las circunstancias que rodean el arresto del Sr. Otse, ha tenido graves consecuencias de reputación. En un momento en que la confianza de los inversores ya es frágil, debemos hacer todo lo posible para evitar acciones que empañen a las instituciones o socavan la confianza tanto de los ciudadanos como de la comunidad internacional.
Uno no puede evitar preguntar: ¿era imposible invitar al Sr. Otse de manera civil, transparente y legal? ¿Eso no habría salvado a los nigerianos, Gtbank y nuestra imagen nacional la vergüenza y las pérdidas innecesarias que ahora presenciamos?
Del mismo modo, son preocupantes las acusaciones que rodean la llamada adopción del presidente de NANS. Si es cierto, plantea preguntas críticas sobre la independencia del liderazgo estudiantil y la sutil erosión de las voces jóvenes en nuestra democracia. Los jóvenes de Nigeria no deben sentirse coaccionados, silenciados o absorbidos por agendas políticas que no reflejan su voluntad. La opresión de las voces jóvenes, ya sea a través de la fuerza, el patrocinio o la intimidación, es un camino peligroso que no debemos normalizar.
Debemos regresar a una Nigeria donde se realiza la justicia y se ve que se hace sin teatrales o abusos. Un país donde los jóvenes pueden hablar libremente, los jueces pueden servir con dignidad y las instituciones actúan de manera responsable. Esa es la Nigeria que debemos reconstruir.
¡Una nueva Nigeria es posible!