TEHRAN – Irán y Egipto han pedido una acción coordinada de las naciones islámicas para poner fin al “genocidio” de Israel en Gaza y crecer asaltos contra el Líbano, advirtiendo de empeorar las crisis humanitarias y de seguridad en toda la región.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, y su homólogo egipcio, Badr Abdelatty, celebraron una conversación telefónica el jueves por la noche para discutir las crecientes emergencias regionales y la urgente necesidad de una respuesta conjunta.
Según una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán el viernes, los ministros condenaron el “asedio cruel” de Gaza y advirtieron contra los planes de Israel de intensificar las operaciones militares y ocupar completamente el enclave. Destacaron que las naciones islámicas tienen la responsabilidad de actuar decisivamente, detener el derramamiento de sangre y garantizar la entrega inmediata de ayuda humanitaria.
Las conversaciones se produjeron cuando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció planes para “prepararse para tomar el control de la ciudad de Gaza”, una medida que las Naciones Unidas han descrito como “profundamente alarmante”. Gaza ha soportado un bombardeo y un bloqueo implacables desde octubre de 2023, dejando a más de 61,000 palestinos muertos. Las restricciones de Israel sobre la comida y la ayuda han creado una hambruna hecha por el hombre en la que al menos 197 personas, incluidos los niños, han muerto de inanición.
Volviendo al Líbano, Araghchi y Abdelatty subrayaron la necesidad de la unidad interna y advirtieron contra las medidas que podrían desencadenar conflictos domésticos. Pidieron a Israel que se retirara completamente de las áreas ocupadas en el sur del Líbano y de dejar de ataques en curso en violación del alto el fuego.
Las tensiones en el Líbano han sido aumentadas por la presión estadounidense-israelí para el desarme de Hezbolá, una demanda rechazada por el liderazgo del grupo. Si bien el gabinete del Líbano ha respaldado el principio de colocar todas las armas bajo control estatal, ha evitado establecer un horario. El subdirector de Hezbolá, Mahmoud Komati, denunció la medida como una “marcha en humillación”, no prometiendo desarme mientras la agresión israelí continúa.
La decisión del gabinete provocó protestas en Beirut, subrayando la resistencia pública a la presión externa en medio de los continuos ataques israelíes, incluida una en el Líbano oriental el jueves que mató a seis personas.