Un ex ministro de agricultura, Audu Ogbeh, ha expresado preocupaciones sobre la práctica de reemplazar a los gobernadores civiles con nombrados militares durante los estados de emergencia.
Ogbeh criticó el reciente movimiento del presidente Bola Tinubu, que siguió a acciones similares tomadas por el ex presidente Olusegun Obasanjo, lo que sugiere que señala un retorno preocupante al gobierno de estilo militar.
Hablando en la política de Channels Television hoy el sábado, Ogbeh expresó su preocupación por las implicaciones de tales acciones en la gobernanza de Nigeria, cuestionando si socavaron la competencia de los líderes civiles.
Ogbeh destacó el patrón en curso donde las figuras militares son designadas como administradores únicos cuando se declara un estado de emergencia, una práctica que encuentra preocupante.
“Lo único que pregunto es: ¿por qué cada vez que hay esta suspensión de un gobernador, una persona militar se pone en su lugar?” preguntó.
Continuó: “¿Extrañamos el gobierno militar, o estamos sugiriendo que los civiles son incapaces de gobernarse a sí mismos? Obasanjo lo hizo dos veces, de hecho, tres veces, y lo tenemos nuevamente. ¿Cuál es la lógica?”
Ogbeh advirtió que estas acciones envían un mensaje peligroso a los nigerianos, socavando la confianza en la gobernanza civil.
Él dijo: “Dado que la Constitución no dice que solo puede elegir esta o aquella persona, el presidente es libre de hacerlo, pero también está enviando una señal divertida de que los civiles no pueden hacer el trabajo ellos mismos”.
El ex ministro enfatizó además que se debe evitar la imposición de un estado de emergencia, lo que sugiere que los líderes electos deberían actuar de manera más responsable.
“Las personas elegidas deben comportarse y no continuar como si fuera unas vacaciones y que pueden hacer lo que deseen porque están enviando la señal incorrecta a la sociedad”, enfatizó.
Los comentarios de Ogbeh se producen a raíz de la declaración del presidente Tinubu de un estado de emergencia en el estado de Rivers el 18 de marzo, citando la inestabilidad política y la vandalización de las instalaciones petroleras.
El presidente suspendió al gobernador Siminalayi Fubara, su adjunto Ngozi Odu, y miembros de la Asamblea del Estado, nombrando a IBOK-ETE IBAS de vicealmirante retirado como el único administrador del estado.
La declaración del estado de emergencia fue ratificado por el Senado y la Cámara de Representantes el 20 de marzo, a pesar de la importante oposición de varias partes interesadas, incluido el Foro de Gobernadores Sur-Sur, que condenaron la decisión.
La presidencia argumentó que el movimiento era necesario para evitar una mayor escalada de la crisis en los ríos. Sin embargo, Ogbeh y otros ven el nombramiento de un designado militar como una señal preocupante de socavar el liderazgo civil.