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El Senado golpea los ataques ‘políticos’ del pastor Bakare contra la décima Asamblea Nacional

El Senado nigeriano ha reprendido bruscamente la figura clérica y política prominente, el pastor Tunde Bakare, acusándolo de canalizar frustraciones políticas personales en críticas injustificadas y engañosas de la décima Asamblea Nacional.

El presidente del Comité de Medios y Asuntos Públicos del Senado, el senador Yemi Adaramodu, emitió una declaración fuertemente redactada el martes, denunciando los recientes comentarios de Bakare como “generalizaciones radicales y comentarios despectivos” que corren el riesgo de socavar la confianza pública en las instituciones democráticas de Nigeria.

Si bien reconoció el derecho constitucional de todos los ciudadanos, incluido el pastor Bakare, de comentar sobre cuestiones nacionales, el Senado dejó en claro que no permanecería en silencio cuando dicho comentario se vea en “afirmaciones invectadas injustificadas y engañosas”.

El senador Adaramodu enfatizó la responsabilidad del Senado de proteger la integridad del brazo legislativo del gobierno.

“El pastor Bakare, una voz de clérigo y política por derecho propio, ha contribuido previamente al discurso nacional de manera que han estimulado la reflexión y el debate”, declaró el senador Adaramodu en la respuesta escrita.

“Sin embargo, sus declaraciones más recientes se alejan de las críticas constructivas en la retórica, desafortunadamente llenas de desprecio y afirmaciones sin fundamento”.

El portavoz del Senado destacó el pastor de los esfuerzos políticos pasados ​​del pastor Bakare, incluidas sus aspiraciones para la presidencia y su papel como candidato vicepresidencial.

“Vemos sus críticas corrosivas a la Asamblea Nacional como una homilía ecuménica sesgada y política”, afirmó el senador Adaramodu.

“Si bien sigue siendo un clérigo respetado, su papel como una figura política prominente no puede descartarse al evaluar la lente a través de la cual se hacen sus comentarios.

“Su posición como líder político influye en el contexto de sus declaraciones, que no solo son reflexiones de puntos de vista personales sino que también tienen importantes implicaciones políticas”.

Además, el Senado llamó la atención sobre los antecedentes legales del pastor Bakare, subrayando su supuesta comprensión de las limitaciones constitucionales en los comentarios públicos, particularmente en relación con los asuntos actualmente ante el poder judicial.

La Asamblea Nacional reiteró su compromiso con el estado de derecho y la independencia del poder judicial, indicando su negativa a ser atraída en discusiones sobre temas de subcuenca.

Al abordar la dinámica a menudo debatida entre las ramas legislativas y ejecutivas, el senador Adaramodu advirtió contra igualar la “hostilidad performativa” con una supervisión legislativa efectiva.

Argumentó que “la verdadera prueba de madurez institucional no se encuentra en la hostilidad performativa sino en compromisos de principios y procesos basados ​​en resultados”.

El portavoz del Senado citó casos en los que la Asamblea Nacional se había involucrado constructivamente con el ejecutivo, incluidos desacuerdos en aspectos específicos de la Declaración Presidencial con respecto al estado de emergencia del estado de Rivers, según los informes, un pastor de Bakare había hecho referencia.

El senador Adaramodu obtuvo un contraste significativo con los eventos políticos pasados, mencionando específicamente la “infame agenda del tercer término”, que el pastor Bakare había elogiado a la Asamblea Nacional por rechazar.

Señaló que el ejecutivo actual no ha presentado agendas igualmente inconstitucionales a la décima Asamblea Nacional.

Argumentó que atribuir motivos negativos a toda la institución basadas en “frustraciones personales, diferencias ideológicas o posicionamiento por delante de posibles alineaciones políticas futuras” no solo fue injusto sino también perjudicial para el progreso democrático de Nigeria.

En una observación algo irónica, el Senado señaló la posibilidad de que el pastor Bakare haya dirigido previamente críticas duras en asambleas nacionales anteriores, algunas de las cuales ahora, según los informes, elogia.

El senador Adaramodu expresó su optimismo de que con una “revisión más matizada” de la décima actuación de la décima Asamblea Nacional, el pastor Bakare podría finalmente reconocer que sus acciones son en el mejor interés del pueblo nigeriano y en línea con su mandato constitucional.

El Senado reafirmó su disposición a participar en un diálogo constructivo con todos los nigerianos, incluido el pastor Bakare.

El senador Adaramodu enfatizó que el progreso en el buen gobierno y el desarrollo nacional se lograría a través de dicho diálogo, más que a través de la “diatriba”.

Instó a todas las figuras públicas influyentes, particularmente aquellas en esferas cívicas y espirituales, a moderar sus críticas con la precisión fáctica y un sentido de responsabilidad nacional, enfatizando que una democracia próspera requiere contribuciones reflexivas que fomenten la reforma, no el resentimiento.

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