El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha enfatizado la urgente necesidad de que Nigeria adopte políticas fiscales prudentes, asegurando una asignación eficiente de recursos para fomentar la estabilidad económica.
Hablando en las reuniones de primavera del FMI/Banco Mundial de 2025 en Washington DC, jefe de división en el Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Davide Furceri, reconoció los ajustes fiscales pasados de Nigeria, pero enfatizó la importancia de la disciplina continua en el gasto del gobierno.
Señaló que Nigeria debería aumentar los ingresos a través de los esfuerzos de movilización mejorados al tiempo que aumenta el gasto en áreas clave, incluida la protección social y la inversión.
“Entendemos que muchos países, incluida Nigeria, enfrentan necesidades de gasto apremiantes. Pero el gasto debe hacerse sabiamente, lo que significa una priorización más fuerte y una mayor eficiencia en la asignación de recursos”, declaró Furceri.
Hizo hincapié en la necesidad de instituciones fiscales fuertes, como marcos fiscales a mediano plazo y sistemas sólidos de gestión financiera pública, que sirven como anclajes fiscales para guiar los ajustes económicos y minimizar la incertidumbre.
Estabilidad fiscal como base para el crecimiento
Los funcionarios del FMI reiteraron que Nigeria debe garantizar que la política fiscal siga siendo una fuerza estabilizadora, en lugar de una fuente de volatilidad económica.
El Director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Vitor Gaspar, subrayó la necesidad de que las autoridades fiscales construyan amortiguadores financieros para resistir los choques económicos.
Según Gaspar, los gobiernos deben actuar de manera decisiva, navegando por complejas compensaciones mientras mantienen la credibilidad fiscal a largo plazo.
“Los responsables políticos deben invertir su capital político en la creación de confianza y confianza, comenzando con mantener sus propias casas en orden”, declaró Gaspar.
Para lograr la resiliencia fiscal, describió tres prioridades de política clave:
Integrando la política fiscal dentro de las políticas económicas más amplias, asegurando la cohesión entre las estrategias monetarias y estructurales. Reducir la deuda pública y la reconstrucción de los amortiguadores fiscales, creando flexibilidad financiera para responder de manera efectiva a las recesiones económicas. Aliviar el crecimiento económico potencial a través de reformas de políticas estructurales, mitigando las compensaciones de las condiciones globales innecesas.
“La política fiscal debe ser un ancla para la confianza y la estabilidad, contribuyendo a una economía competitiva, brindando crecimiento y prosperidad para todos. Los ministros de finanzas deben generar confianza, impuestos de manera justa, gastar sabiamente y adoptar el enfoque a largo plazo”, concluyó Gaspar.
Lo que debes saber
Los funcionarios del FMI también advirtieron sobre los riesgos más amplios que afectan la gestión fiscal, particularmente una mayor incertidumbre económica global.
La reciente ola de aranceles impuestos por la administración de EE. UU. Ha interrumpido significativamente el comercio global, impulsando a los responsables políticos a reevaluar los amortiguadores financieros y ajustar las políticas económicas en consecuencia. Las últimas recomendaciones del FMI sugieren que Nigeria, junto con otras economías emergentes, considera priorizar la resiliencia, invertir en la mafitación efectiva de ingresos y el gasto disciplinado para mantener el crecimiento económico sostenible.








