El cambio climático causado por los humanos jugó un papel directo en la muerte de aproximadamente 1,504 personas durante una ola de calor que golpeó Europa la semana pasada, según un nuevo informe.
El calentamiento vinculado a la combustión de combustibles fósiles casi triplicó el número de muertes relacionadas con el calor que ocurrieron durante el período del 23 de junio al 2 de julio, segúnel informePublicado por el Instituto Grantham del Imperial College London.
El calentamiento inducido por humanos, que aumentó las temperaturas de la onda de calor hasta 4 grados Celsius (7,2 grados Fahrenheit), fue responsable de aproximadamente el 65 por ciento de las muertes totales relacionadas con el calor de 2.305, mostraron los datos.
Los investigadores, que también trabajaron con científicos en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, tabularon 317 muertes por calor en exceso en Milán, 286 en Barcelona, 235 en París, 1,712 en Londres, 164 en Roma, 108 en Madrid, 96, 47, 47, 31, 31 en Zagreb, 21 en Frank, 21 en Lisbon y seis en Athens, Itleal.
El número de muertos por la muerte del clima en muchas ciudades europeas superó el de otros desastres recientes, incluidas las inundaciones de Valencia 2024 de Valencia y las inundaciones 2021 del noroeste de Europa, en las cuales ocurrieron 224 y 243 muertes, respectivamente, según el informe.
Con individuos de 65 años o más, lo que representa el 88 por ciento de las muertes, los investigadores enfatizaron que las personas con condiciones de salud subyacentes pueden ser más vulnerables a la muerte prematura durante las ondas de calor.
Para sacar sus conclusiones, los investigadores usaron por primera vez métodos revisados por pares para derivar estimaciones específicas del grupo de edad de los vínculos entre la temperatura y la mortalidad en las 12 ciudades de interés.
Luego aplicaron herramientas epidemiológicas establecidas para comparar las intensidades de calor para cada ciudad, tanto en las condiciones observadas como en los escenarios hipotéticos sin las influencias del calentamiento.
“Sin el cambio climático inducido por humanos, las ondas térmicas tempranas de las temperaturas observadas habrían sido mucho más raras”, declararon los autores.
Las ondas de calor habrían sido de 2-4 grados Celsius (3.6-7.2 grados Fahrenheit) en todas las ciudades, aparte de Lisboa, según la investigación.
“Los hallazgos de este análisis y muchos otros son extremadamente claros: los extremos de calor en toda Europa están aumentando rápidamente debido al cambio climático inducido por los humanos”, declararon los autores.
Aunque los investigadores reconocieron que los planes de acción de calor y los sistemas de advertencia temprana se están implementando cada vez más en toda la región, identificaron “una necesidad urgente de un despliegue acelerado de nuevas medidas de adaptación”.
Dicha acción es crítica, concluyeron, debido al “aumento de la vulnerabilidad impulsada por las tendencias de intersección del cambio climático, la población envejecida y la urbanización”.