El presidente de los Estados Unidos, a Donald Trump, probablemente se le negará el privilegio de abordar el parlamento de Gran Bretaña durante su próxima visita estatal en septiembre, marcando una importante desviación diplomática de las normas recientes.
A diferencia del presidente francés Emmanuel Macron, quien pronunció un discurso a ambas cámaras hace solo unos días, no se ha presentado una solicitud formal al presidente de los Comunes, Sir Lindsay Hoyle, para que Trump reciba honores similares.
Esta decisión sigue a la fuerte oposición de los parlamentarios laborales como Kate Osborne, quien calificó los comentarios de Trump sobre Ucrania, la democracia y la igualdad “incómoda y preocupante”. Un alto funcionario de la Casa Blanca minimizó el desaire, afirmando que un discurso parlamentario fue “nunca esperado o incluso discutido”.