El Banco Africano de Desarrollo (AFDB) advirtió que África está perdiendo más de $ 580 mil millones cada año a través de la corrupción y las salidas de capital ilícitas, una hemorragia financiera que continúa socavando el progreso económico del continente mientras empeora su carga de deuda de casi $ 2TRN.
El presidente de AFDB, el Dr. Akinwumi Adesina, reveló esto en una entrevista con Bloomberg, subrayando que la escala de las pérdidas supera con creces la capacidad del continente para movilizar recursos para los proyectos de infraestructura y desarrollo.
Comparó la situación de verter agua en un cubo de fuga, diciendo que África debe conectar con urgencia las fugas para salvaguardar su futuro.
“No importa cuánta agua vierta en un balde si el cubo está goteando. Si puede reducir las fugas a capital ilícito, corrupción y todas estas cosas, África podrá mantener muchos de estos recursos y cumplir con la cantidad de infraestructura que necesita”, dijo Adesina.
Según las estimaciones de AFDB, África pierde alrededor de $ 1.6 mil millones cada día por fugas financieras, que comprenden flujos financieros ilícitos, cambio de ganancias por parte de las multinacionales y la corrupción.
El desglose muestra pérdidas anuales de $ 90 mil millones de flujos ilícitos, $ 275 mil millones a través del cambio de ganancias y $ 148 mil millones desviados debido a la corrupción.
Estas pérdidas llegan en un momento en que el continente enfrenta una brecha anual de financiamiento de infraestructura de hasta $ 170 mil millones, incluso cuando los costos de servicio de la deuda suben a niveles insostenibles. En lugar de canalizar los recursos a las carreteras, el poder y el crecimiento industrial, muchos gobiernos están encerrados en el aumento de las obligaciones de pago de la deuda.
Un estudio conjunto del Centro de Política de Desarrollo Global de la Universidad de Boston y el Instituto de Justicia Económica encontraron que el servicio de la deuda en África ha aumentado a su nivel más alto desde principios de la década de 2000.
Alardando, más de la mitad de los gobiernos africanos ahora gastan más en pagos de intereses que en la atención médica pública, exponiendo aún más la compensación entre la deuda y el desarrollo.
Adesina enfatizó que, si bien el financiamiento concesional y la reestructuración de la deuda siguen siendo importantes, frenar la corrupción y las salidas ilícitas es el paso más crítico para proteger los recursos de África y reducir la dependencia de los préstamos.
El presidente de AFDB pidió una gobernanza, transparencia y responsabilidad más fuertes en los estados africanos para detener flujos ilícitos y vuelo de capital.
Hizo hincapié en que conectar fugas financieras no solo ahorraría miles de millones de dólares, sino que también desbloquearía oportunidades para la inversión en infraestructura, la creación de empleo y la estabilidad económica a largo plazo.
“Borrar la corrupción y los flujos financieros ilícitos es la acción más importante que África debe tomar para proteger sus recursos y trazar un camino de crecimiento más sostenible”, señaló Adesina.