Tan catastróficas como las inundaciones de 2022 en los ríos del norte, ahora sabemos que podría haber sido mucho peor.
Si la inundación que inundó Lismore en febrero de 2022 hubiera ocurrido seis horas antes, habría coincidido con una marea rey en Ballina, muestra el modelado de CSIRO.
El científico principal de investigación principal de CSIRO, el Dr. Jai Vaze, un hidólogo experimentado, dijo que si las inundaciones se hubieran combinado con el nivel más alto del mar, habría resultado en aún más devastación y destrucción, principalmente en Ballina.
“Mirando los horarios, si el pico de inundación era al mismo tiempo que la marea rey o la marea alta, entonces obtendrá inundaciones más grandes en el área de Ballina porque entonces el océano es en realidad un nivel más alto”, dijo Vaze. “El más alto (corriente) que vienes, el impacto de las mareas se vuelve cada vez más pequeño, por lo que para el casino no hay impacto de marea en absoluto”.
El lunes, CSIRO entregó un modelo hidrodinámico a la Agencia Nacional de Manejo de Emergencias que ha recreado con precisión varias inundaciones en la cuenca del río Richmond de 2008 a 2022, incluido el panorama y el desarrollo cambiante. Vaze dijo que la recreación de 2017 era importante porque era una gran inundación que era un escenario mucho más común que 2022.
“En 100 años (una inundación similar a 2017) podría ocurrir unas cinco veces, mientras que la inundación de 2022 estaba fuera del rango de cualquier cosa observada, por lo que ni siquiera podemos ponerle un número”, dijo Vaze.
CSIRO ahora utilizará el modelo de Vaze para probar e investigar más opciones de mitigación de inundaciones para la región de los ríos del norte.
La inundación de 2022 en Lismore fue la peor registrada en la historia de la ciudad.
Vaze dijo que las propuestas de proyectos de siete consejos y consultas comunitarias habían generado alrededor de 330 sugerencias para la mitigación de inundaciones, como proyectos de ingeniería o plantación de árboles, y unas pocas docenas ya habían sido financiadas. Su modelo ayudaría a evaluar los proyectos de mitigación preferidos de la comunidad, y cada escenario tarda unos meses en ejecutarse.