La raíz de la planta de planta de planta brasileña contiene dimetilectamina, un compuesto alucinógeno que podría ayudar a aliviar la depresión.
Desde rituales indígenas hasta el laboratorio: la planta brasileña Preta (Mimosa tenuiflora), conocida por su poder psicodélico, se abre paso como un tratamiento potencial contra la depresión, sugiere un estudio reciente publicado en la revista Nature.
Disponible en los abundantes puestos callejeros brasileños de hierbas medicinales, el Jurem de Preta en sus raíces la dimetilectamina (DMT).
Aunque en Brasil no hay prohibición del cultivo o posesión de la planta, el consumo de DMT está prohibido, con excepciones para los usos religiosos y científicos.
Interés científico en sus propiedades
Diferentes investigaciones internacionales ya han señalado que esta sustancia alucinógena podría aliviar la depresión.
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El físico brasileño Draulio Aujo, investigador del Instituto del Cerebro de la Universidad Federal de Río Grande Do Norte, extrae DMT de la planta en estrictas condiciones de laboratorio.
Tratamiento en pacientes con depresión
Araujo y su equipo administraron la sustancia durante seis meses a 14 personas con depresión. Los pacientes inhalaron la DMT vaporizada en globos, bajo supervisión médica.
“La respuesta es rápida. Un día después de la intervención, ya presentaron una mejora importante en sus síntomas de depresión. Es común que nuestros pacientes digan algo cambiado, una clave abrió algo”, dice Araujo.
El físico, que en 2024 publicó otro estudio con resultados prometedores en la revista Psychdelic Medicine, afirma que las sustancias como DMT facilitan a las personas “cambiar la perspectiva con la que observan ciertos problemas” de su vida.
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Ensayos con diversos resultados
Araujo advierte que la sustancia “no es una cura mágica” y que “los psicodélicos no son para todos”.
En sus experimentos, los pacientes reciben terapia psicológica y algunos continúan bajo un tratamiento farmacéutico convencional: “Son tratamientos que no implican retirar medicamentos. (…) Se pueden combinar”, explica el neurocientífico Fernanda Palhano-Fontes, del Brain Institute.
“Tenemos pacientes que mejoran mucho, otros que no mejoran nada”, agrega.
¿Qué dicen otras personas que lo usaron?
La guaracia brasileña Carvajal ha ensayado varios tratamientos contra la depresión crónica sufrió de adolescencia. En 2016, DMT extrajo en casa de Roots que compró en un puesto de calle en la capital de Brasilia.
Este programador de software de 31 años convirtió la cáscara marrón raíz en algunos cristales, que luego fumó en una tubería.
“Cuando tienes tu primera experiencia, parece una lección. Parece que habrías resuelto algo en tu vida”, dice Carvajal. Sin embargo, dice que no es una “cura mágica”.
“Estaba en estado de preguntas” sobre “trabajo, día a día”. Pasas “para tener una vida más mínima”, resume al brasileño, que dejó de usar la planta hace un tiempo.
¿Cómo se usa en rituales indígenas?
En su uso religioso, principalmente de las tradiciones indígenas del noreste brasileño, donde crece la planta, las raíces se combinan con otras plantas, en un tipo de vino que fomenta rituales con bailes y tambores.
“No es la alucinación. Mis canales espirituales son más accesibles, obtengo una mejor comunicación conmigo mismo”, explica Joyce Souza, una joven que ayuda a una ceremonia de Jurum en Planaltina, en las afueras de Brasilia.
Reunidos en el patio de una casa y vestidos de blanco, la mayoría de los novatos esperan que los “iniciados” en el culto al trance y traigan mensajes de espíritus antiguos.
¿Cuándo podría usarse oficialmente?
Mientras tanto, Araujo busca expandir sus estudios en DMT a cien pacientes.
“Digamos que en cinco años tendremos (…) una imagen clara de cuándo llegará un escenario clínico real”, anticipa el investigador.