Aunque Boca intenta mantener una imagen de estabilidad externa, la tensión interna está aumentando. La reciente derrota de 2 a 1 contra el Atlético Tucumán, lo que significó la eliminación de la Copa Argentina, dejó secuelas profundas. Con el equipo asombroso, todo indica que el próximo duelo contra Huracán Para el torneo de Clausura, podría marcar un antes y después en el ciclo de Miguel Ángel Russo. Desde el entorno del liderazgo, aseguran que Juan Román Riquelme ya tenga algunas alternativas bajo su manga en caso de una nueva caída.
La presión crece en las oficinas de la Ribera. Aunque algunos ven a Boca como un equipo de reconstrucción, los resultados envían y el tiempo de espera está agotado. Por lo tanto, si el equipo no levanta la cabeza en el mundo, podría haber un timón. En ese escenario, los nombres con el pasado de la selección y la fuerte presencia en el vestuario comienzan a circular.
El regreso del deseo: Gerardo Martino, el candidato que nunca se fue
Uno de los nombres que resurgen con fuerza es el de Gerardo “Tata” Martino, un viejo anhelo del liderazgo Xeneize. El ex entrenador del equipo nacional argentino es actualmente gratuito y, como ocurrió, ya fue tocado en más de una ocasión. En una entrevista reciente con TYC Sports, Martino dejó una frase que encendió las alarmas: “Tuvimos una charla interesante, pero Boca necesitaba una respuesta rápida. Me costó no aceptar”.
Su figura representa la experiencia, el carácter y una idea de fútbol clara, valores que seducen los altos controles de BOCA. Sin embargo, su llegada permanece vinculada a una condición: que el entrenador actual no revela la situación. Mientras tanto, Martino observa desde el exterior, pero todavía está en la carrera.
Kily González, una cubierta que siempre regresa
El otro nombre que sonaba nuevamente es el de Cristian “Kily” González, actual DT de Platense. El ex jugador, que tuvo un breve paso a través de Boca en los años noventa, mantiene un vínculo emocional con el club. Su perfil intenso y frontal lo convierte en una opción válida para liderar un nuevo ciclo si se produce un cambio repentino.
Durante su pasaje a través de Unión de Santa Fe, ya había sido consultado sobre una posible llegada a Boca cuando los nombres fueron barajados para reemplazar a Gago. En esa ocasión, fue abrumador: “Sería una falta de respeto pensar en Boca mientras estaba en unión”, dijo. También agregó: “Estoy muy comprometido con este club desde que llegué. La gente en Boca sabe cómo manejo”.
Una fiesta de bisagra y decisiones esperando en la sombra
Mientras tanto, Miguel Ángel Russo continúa trabajando con la presión sobre los hombros. Él sabe que el cruce contra el huracán no es uno más: puede definir su continuidad. Si el resultado es adverso, Banco de Boca podría tener un nuevo propietario y las letras ya están sobre la mesa. Con Martino esperando la llamada correcta y el kilo entre los mencionados, Riquelme se prepara para tomar una decisión clave.
Todo se resolverá en la hierba, pero el juego político ya ha comenzado. En la boca, las segundas oportunidades son un lujo, y el margen de error se sonríe. La pelota aún no ha disparado, pero las negociaciones avanzan en silencio.