El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, celebró hoy una conversación telefónica de poco más de dos horas con su homólogo ruso Vladimir Putin, en la que ambos líderes discutieron las posibilidades de avanzar hacia un alto incendio y un eventual acuerdo de paz en Ucrania. Sin embargo, a pesar del optimismo inicial expresado por Trump, la conversación no generó avances significativos o compromisos inmediatos por parte de Rusia.
Después de la llamada, Putin reiteró su disposición a negociar un acuerdo de paz con Ucrania, aunque dejó en claro que Rusia no planea declarar un alto incendio inmediato y mantiene demandas amplias y firmes, como la retirada de las fuerzas de territorios ucranianas ocupadas por Rusia. Trump describió la conversación como “muy buena” y aseguró que Rusia y Ucrania comenzarían “negociaciones inmediatamente hacia un alto el fuego y, lo que es más importante, hacia el final de la guerra”. Sin embargo, esta perspectiva optimista contrasta con la declaración rusa, que subrayó la necesidad de negociaciones prolongadas.
La llamada evidenció un cambio significativo en la posición reciente de Trump, que había exigido previamente a Rusia que declarara un alto incendio inmediato y amenazó con aumentar las sanciones económicas si esto no sucedía. Pero hoy Trump decidió apoyar la propuesta de Putin, de negociaciones directas entre Ucrania y Rusia sin condiciones externas, argumentando que ambas partes saben “detalles de una negociación que nadie más podría saber”.
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Zelensky expresó su preocupación por las negociaciones bilaterales sin Estados Unidos y Europa
Además, Trump sugirió que el Papa y el Vaticano podrían desempeñar un papel mediador en estas negociaciones, diciendo: “¡Deja que el proceso comience!” Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky expresó su preocupación por la posibilidad de negociaciones bilaterales sin la presencia de representantes de los Estados Unidos y Europa, afirmando que estas conversaciones “deben involucrar a representantes estadounidenses y europeos en el nivel correcto”.
Las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania comenzaron el viernes anterior en Estambul, lo que resultó en un acuerdo preliminar sobre un intercambio de mil prisioneros, pero sin lograr avances concretos hacia un alto el fuego. Este progreso limitado refleja la complejidad de los intereses y divisiones entre ambas partes.
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La administración estadounidense admitió el desgaste y la frustración de Trump contra el conflicto, sin confirmar si hay algún período específico para llegar a un acuerdo. Después de la llamada, Trump destacó los posibles beneficios económicos derivados del final de la guerra, lo que indica que Rusia podría convertirse en un socio comercial clave para los Estados Unidos, enfatizando las oportunidades para la creación de empleos y riqueza.
La conversación, aunque descrita como cordial, evidencia las profundas dificultades para lograr una solución rápida al conflicto. Zelensky dejó en claro que Ucrania no cederá a los ultimatums rusos y advirtió sobre la necesidad de un apoyo firme y constante de Estados Unidos y Europa.
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