Hace días, Viviana Canosa denunció la supuesta existencia de una red de tráfico infantil de la cual se hicieron eco de los periodistas del programa “I Am Casta”. El análisis realizado sobre la tabla estaba más allá de la especulación, buscando aclarar lo que realmente se sabe al respecto.
Franco Torchia, un periodista especializado en diversidad sexual, invitó a la emisión, mencionó que el vaciado de agencias estatales como el Defensor del Pueblo público y el debilitamiento de otras entidades responsables de establecer los controles a la información pública, en su opinión, contribuyó a la falta de protección de los periodistas y víctimas cuando están involucrados en los crímenes contra la integridad de las personas.
El periodista enfatizó que los medios de comunicación y las figuras públicas han asumido un papel preponderante en la difusión de la información, que, en muchos casos, “distorsiona” la verdad y minimiza la gravedad de los casos de abuso. “Si Adrián Suar no puso un freno, esto no se detuvo”, dijo, refiriéndose a la intervención “tardía” del empresario para controlar la narrativa alrededor del escándalo denunciado por Canosa.
Barbaro reflexionó sobre la velocidad con la que se lanzan acusaciones sin evidencia clara, lo que termina trivializando crímenes como el abuso y la trata de personas. “Lo que estamos viendo es una ensalada de información que no conduce a nada concreto”, dijo. En este sentido, los periodistas acordaron que, aunque los crímenes involucran figuras públicas, la atención de los medios a menudo opaca el verdadero sufrimiento de las víctimas.
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Paralelamente, Torchia abordó la “invisibilidad de la violencia sexual hacia la población LGTBIQ+ en el discurso público”. “El abuso hacia la comunidad se ha naturalizado durante décadas, incluso en casos de instituciones poderosas como la Iglesia Católica”, dijo. La violencia, según Torchia, sigue siendo una lucha constante, más visible en algunos países que en otros, pero presente en la vida diaria de aquellos que integran estas comunidades.
Hacia el cierre, Torchia advirtió que el mundo “necesita entender” que la vida de las personas LGTBIQ+ no debe considerarse “desechable”. “Vivimos en un mundo donde esas vidas son considerables como matables. Esto tiene que cambiar”, dijo.
LB / FPT









