“Siempre supimos que iba a caer”: ex albergue del albergue adyacente al edificio que se derrumbó en Córdoba

Patricia, antiguo inquilino del albergue que trabajó en la pandemia adyacente al edificio cuya mampostería colapsó en un bar en Güemes, reveló que las fallas estructurales de la propiedad fueron evidentes durante años. Dijo que tanto ella como otros vecinos “siempre supe” que la construcción terminaría colapsando.
“Lo miramos y dijimos: ‘Este día va a caer'”, dijo la mujer en Radio Continental Córdoba, quien alquiló el albergue durante unos años y cerró por la pandemia.
Según su historia, el edificio, cuyo muro lateral se rindió y cayó sobre el bar, ya presentó “grietas en casi todos los pisos y balcones” cuando llegó. Las reparaciones, dijo, solo eran superficiales: “Pusieron respaldados para cubrir grietas, pero nunca solucionaron el problema real”.
Patricia recordó que, incluso antes de establecerse, los materiales de construcción ya estaban separados, dañando los azulejos de la propiedad que alquilaba. Del patio del albergue, la “fisura llena de contraportada” podía ver claramente, y aunque los arreglos eran dos veces, estos solo “inventaban” el deterioro.
El Colegio de Ingenieros de Derumbe Fatal en Córdoba: “No se ha construido adecuadamente”
La exinquilina fue enfática en la descripción de que el fuerte viento anoche, inicialmente menos de la causa, fue el verdadero responsable: “Si fuera por el clima, los árboles o más estructuras habrían caído. Aquí un bloque completo se separó porque el edificio siempre estaba mal construido”.
El colapso, que ocurrió alrededor de 23 el sábado, dejó un equilibrio de un hombre muerto -Ramiro Alaniz Cortes, de 34 años, que murió por asfixia mecánica y siete heridos, algunos con un trauma grave.
La justicia investiga las responsabilidades
Mientras que los expertos analizan si había un “vicio de construcción” en la propiedad erigido más de una década por la firma Fito SRL y ahora administrado por el Consorcio María Reina V, docenas de vecinos se unieron a sí mismos por temor a nuevos deslizamientos de tierra.
“Era cuestión de tiempo”, se lamentó Patricia, recordando cómo la pared que cayó “raspó el ladrillo del edificio vecino” antes de destruir el techo de la barra. Su testimonio confirma lo que muchos sospechaban: el peligro estaba a la vista, pero nadie actuó a tiempo.