“Las universidades son fábricas de conocimiento. Las verdades se construyen día a día. Nada está tallado en piedra”, dijo Claudio Martínez, periodista y diseminador científico en “QR!”. Martínez se preguntó por qué el presidente Javier Milei “odia las universidades”, y ensayó una hipótesis: “Su modelo económico no necesita un país de personas educadas y entrenadas”, disparó.
El contexto es correcto. Según los datos del Centro Ibero -Americano de Innovación y Tecnología, entre 2023 y 2025 hubo un colapso en la ejecución del presupuesto nacional para la educación superior. En términos del producto interno bruto (PIB), pasó de 0.718% en 2023 a 0.569% en 2024, 0.495 en 2025 y, de acuerdo con el proyecto presupuestario de 2026 emitido por Milei al Congreso de la nación, será 0.462% para 2026, la contracción se denunció por las universidades en el invernadero de la masa de la masiva. El veto presidencial a la ley de financiamiento universitario rechaza en el recinto.
Como se presenta en el programa que se transmite en Bravo TV de lunes a viernes a los 22 años, la inversión en educación superior se encuentra en una situación similar que en 2003, momento en el cual el país dejó la crisis de 2001. En 2003, la inversión fue del 0,53% del PIB.
El salario docente también se deterioró en voz alta: cayó un 29.1% entre noviembre de 2023 y agosto de 2025. Martínez dijo que alrededor de 10,000 maestros del sistema público universitario renunciaron a sus sillas en los últimos años. Según el Consejo de la Universidad Nacional, sería necesario inyectar 7.300 millones de pesos para que el sistema funcione normalmente. Sin embargo, el presidente Javier Milei ordenó en el proyecto presupuestario 2026 que la cifra es mucho más baja: 4.8 mil millones de pesos.
Después de la cadena nacional, las universidades denuncian que el presupuesto de Milei ajusta aún más sus fondos
Este miércoles será un día clave. Mientras que en el parlamento el veto presidencial se discutirá a la ley de financiamiento universitario, se espera una movilización histórica en defensa de la educación pública que incluirá maestros, estudiantes, jubilados y personas a pie. “No es solo un debate presupuestario”, se rebeló Martínez, “sino que es el país que queremos: uno que apuesta por el conocimiento y la innovación o otro que retroceda décadas”, concluyó.
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