El analista económico, Javier Preciado Patiño, habló con el Canal E y se refirió al impacto de la reducción parcial de la derechos de exportación en agricultura y su impacto en la recolección fiscal, la producción y el futuro inmediato del mercado.
“Esta soya en dólar, porque no es nada más que la implementada por el ministro Caputo, se hizo muy fuerte durante el mes de junio”, dijo Javier Preciado Patiño cuando se refiere al efecto de la reducción transitoria de los derechos de exportación. Como se desarrolló, el volumen de marketing fue excepcional: “Ya hemos sido toneladas para cualquier concepto, agregando maíz, trigo, cebada, girasol, todo el complejo de soja, hasta ahora en junio y será el volumen mensual más alto desde el 23 de diciembre, cuando el presidente Milei asumió”.
Recolección del Tesoro y la influencia de las retenciones
Luego, dijo que este aumento en las ventas representó un gran movimiento en el mercado, pero también una fuerte pérdida de ingresos para el estado: “Fue más bajo que los USD 800 millones, lo que dejó de percibir el tesoro y permaneció en manos de los productores”. En este sentido, comentó: “Depende de cómo quieras verlo, que para el productor es la mala noticia. Está en el mejor de los análisis”.
En el inminente final del programa, Patiño advirtió una desaceleración en el mercado: “Todo el programa de exportaciones de julio está prácticamente realizado”, dijo. Esto, afirmó, se debe a un avance de las operaciones: “Todo lo que sería de julio ahora hasta junio”.
¿Cuáles son los impuestos que más recaudaron?
En este contexto, destacó el papel de otras herramientas fiscales que aumentaron de peso: “El año pasado, el impuesto del país aumentó exactamente lo mismo que los derechos de exportación”. Esta situación, explicó, lleva al gobierno a elegir entre mantener estímulos o enfrentar la presión inflacionaria: “El gobierno siente el dólar ascendente, presiona automáticamente la inflación”.
Por lo tanto, el analista económico advirtió que elevar las retenciones al 33% implicaría un duro golpe para el productor: “Si hoy pusiera la soja al 33%, en principio hay alrededor de 30,000, $ 35,000 menos para el productor. Si hoy tuviera la soja al 33% nuevamente, perdemos dinero en la próxima campaña”.
Además, enfatizó que la decisión implica un esfuerzo fiscal considerable: “Un costo fiscal, un importante sacrificio de impuestos, terminará alrededor de 900 millones, aproximadamente 20 millones de toneladas de soja, que son 8,000 y un pico de millones de dólares”.