Productividad en crisis: ¿Trabajar más, para ganar más o mejor trabajo?

En el diálogo con Channel E, The Labor Relations Bachelor, Ayelén Kalenok explicó que el concepto de productividad se basa en principios que ya no son válidos para el trabajo actual. Este término, que nació en un contexto industrial centrado en la producción de bienes tangibles, “se ha vuelto obsoleto antes de la realidad de una cada vez más centrada en los servicios, la creatividad y la colaboración”.
El especialista enfatiza que los días hábiles de ocho o nueve horas no corresponden a la realidad de la productividad. “Los estudios muestran que somos realmente productivos entre cuatro y cinco horas al día”, dice. La contradicción es que, aunque el trabajo formal exige largos días, “el cerebro humano no puede mantener altos niveles de concentración todo el tiempo”.
Productividad versus calidad de trabajo
El concepto tradicional de productividad supone que más horas de trabajo significan más producción, pero la evidencia sugiere lo contrario. “La ciencia muestra que trabajar más de 50 horas a la semana disminuye la concentración”, dice Kalenok. Para ella, el modelo tradicional ignora factores cruciales como la calidad del trabajo y las interrupciones constantes durante el día. “Nuestro trabajo no se puede comparar con el de una máquina. No somos robots”, aclara.
Además, enfatiza que aquellos trabajadores que logran optimizar su tiempo no son recompensados adecuadamente. “Si hace algo más rápido, el sistema no lo recompensa, solo le asigna más tareas”, dice el licenciatario, sugiriendo que este enfoque conduce a un agotamiento innecesario, sin reconocer la eficiencia alcanzada.
Productividad en sectores creativos y administrativos
Otro punto de reflexión es cómo se mide la productividad de acuerdo con el sector. Mientras que un programador o un trabajador creativo tiene cierta flexibilidad para definir su tiempo, “en otros sectores, como el administrativo, si es eficiente, requieren que haga más”. Kalenok enfatiza que, en un mundo laboral más flexible, la eficiencia debe ser recompensada sin castigar la velocidad. “Hoy, el trabajo no se puede medir solo durante horas, sino para los resultados y la calidad de estos resultados”, dice.
Herramientas para mejorar la productividad
Finalmente, Kalenok lo invita a reflexionar sobre las herramientas proporcionadas a los empleados para hacer su trabajo. “No es lo mismo cavar un pozo con una pala que con una cuchara”, dice, lo que indica que las herramientas apropiadas son fundamentales para aumentar la productividad.