El Diputado Nacional de Oscar Agart Carreño, de la reunión federal, presentó un proyecto de ley en los diputados que busca regular la compra de bienes raíces bajo la modalidad conocida como “en el pozo”. Este tipo de inversión, cada vez más utilizada en el país, permite a los compradores adquirir propiedades en las etapas de desarrollo, pero actualmente carece de un marco regulatorio que garantice la seguridad de sus inversiones y evite el abuso por parte de los desarrolladores inmobiliarios.
La iniciativa se propone como un complemento de la ley de defensa del consumidor y toma experiencias de países como España, México y Estados Unidos. Según Carreño, las regulaciones tienen como objetivo garantizar un mayor nivel de transparencia en las operaciones, garantizar el uso correcto de los fondos proporcionados y establecer mecanismos de sanción efectivos contra las violaciones. El objetivo es proporcionar una protección integral a los compradores, garantizando la ejecución responsable y la entrega a tiempo y forma de los trabajos comprometidos.
¿Cómo es el proyecto?
El proyecto establece que los fondos proporcionados por los compradores solo pueden estar destinados al trabajo en cuestión, buscando evitar desviaciones hacia otros fines. Además, impone la obligación de presentar saldos auditados anuales e informes trimestrales que detallen el estado del progreso de las obras, así como los plazos planificados y los posibles retrasos. También incluye la creación de un fondo de garantía, que permitirá a los compradores recuperar sus contribuciones en caso de infracciones por parte de los desarrolladores.
Otro eje importante de la propuesta es la creación de un registro nacional de desarrolladores inmobiliarios, obligatorios para todas las personas o empresas que desean llevar a cabo proyectos en esta modalidad. Este registro permitirá un mayor control estatal sobre las actividades del desarrollador, asegurando los estándares de calidad y cumplimiento. Además, el proyecto proporciona sanciones económicas por retrasos injustificados y endurece sanciones penales por casos de fraude o abuso de confianza, incluida la modificación del código penal para castigar con entre 2 y 8 años de prisión a quienes dañan económicamente a los compradores.
Para Agost Carreño, el caso de Márquez y Asociados, que afectó a más de 4,000 familias, es un claro ejemplo de los riesgos involucrados en la falta de regulación específica. Según el diputado, la propuesta que ya está en los diputados no busca limitar el crecimiento del sector, sino para proteger a los consumidores y promover prácticas responsables. Carreño enfatizó que muchos desarrolladores operan de una manera seria y transparente, pero que los casos de no competencia generan miedo y desconfianza de aquellos que buscan adquirir un hogar a través de este tipo de inversiones.
El proyecto busca equilibrar los intereses del sector con la necesidad de garantizar un acceso seguro a la vivienda, estableciendo reglas claras que permiten el desarrollo de la modalidad “bien” con la confianza de todas las partes involucradas. De esta manera, su objetivo es proteger los ahorros y los sueños de miles de familias argentinas, al tiempo que consolida un marco regulatorio que proporciona seguridad y previsibilidad en el mercado inmobiliario.









