El Ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, defendió el procedimiento que culminó en el arresto de Juan Grabois durante la toma del Instituto Perón. En una entrevista, dijo que el líder social fue arrestado por el crimen actual, o en flagrancia, mientras usurpaba un edificio público y usaba incorrectamente a cuatro policías. También negó que se haya violado algún procedimiento judicial.
“No se necesita una orden si hay crimen flagrante”
Según Bullrich, la operación se llevó a cabo dentro del marco legal. “Una orden judicial es para una búsqueda, no para detener a alguien que comete un delito en el lugar”, explicó. Afirmó que la Policía Federal intervino después de verificar que los agentes fueron privados de su libertad. “¿Qué debería hacer una fuerza de seguridad? Aceptar una usurpación o actuación?” Dijo el ministro.
Bullrich agregó que el procedimiento se comunicó inmediatamente al juez Sebastián Ramos, quien respaldó la acción. “Esto es como ver a un criminal y preguntarle al juez si puede detenerlo. No trabaja de esa manera”, dijo. Reiteró que era un caso de flagrancia y que la intervención era “perfecta”.
Cruces políticas y acusaciones cruzadas
El caso desató reacciones dentro de la política. El senador Martín Lousteau simpatizó con Recordois, algo que Bullrich no se perdió. “Regresó a sus orígenes de Kirchner”, dijo, en un tono crítico. La frase señaló la historia política de Lousteau, quien en el pasado tuvo cercanía con el kirchnerismo.
Mientras tanto, Grabaois denunció que la orden de arresto era política y que tanto el presidente Javier Milei como Bullrich la promovieron. El Ministro rechazó la acusación y aseguró que era una respuesta a una situación en desarrollo. “Estaba cometiendo un delito. No necesitábamos permiso para actuar”, dijo.
El papel del poder judicial en el arresto de Registrois
Patricia Bullrich enfatizó que la policía presentó la queja ante el juez Ramos, quien respaldó lo que se actuó. Insistió en que no había abuso o irregularidad. “El procedimiento fue perfecto”, repitió. Para el Ministro, los argumentos del líder social buscan desviar el eje del evento central: la usurpación y la retención de los funcionarios.
Tensión entre el gobierno y los movimientos sociales
El episodio profundizó la tensión entre el gobierno y los movimientos sociales. Si bien Patricia Bullrich dice que no permitirá “usurpaciones disfrazadas de protesta”, de los sectores relacionados con Recrois acusan al ejecutivo de persecución. El Ministro insiste en que no fue un problema político, sino sobre hacer cumplir la ley. En el cierre, comentó nuevamente que el líder fue arrestado por un hecho específico. “No es un prisionero político. Es alguien que usaba, retenía a la policía y violaba la ley”, dijo. El Recordois continuará generando repercusiones en la escena política argentina.