En medio de la campaña electoral hacia las elecciones legislativas de Buenos Aires del 7 de septiembre, se abrió un nuevo capítulo de voltaje en la política argentina después de la queja que resultó en la separación de 24 jefes de policía de los Buenos Aires. La medida fue tomada por el gobierno de Axel Kicillof después de que una auditoría interna reveló acciones coordinadas para apoyar al antiguo Maximiliano Bondarenko, actualmente candidato a Freedom Avanza (LLA), y una supuesta conspiración contra la conducción actual de la fuerza.
La situación se presentó en “Comunistas”, donde su conductor, Juan Di Natale, plantó sobre la versión del candidato: “Bondarenko habla sobre la gran familia que es la policía de Buenos Aires. Qué coincidencia que está en un asado y la semana que nombran un candidato”, dijo, en referencia a una reunión celebrada entre el candidato y la policía que se quitó de sus funciones.
Según el Ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, la intervención fue motivada por “una queja anónima muy completa y con detalles precisos que explicaban la colusión interna”. Entre la evidencia encontrada, habría documentos que indican intentos de reorganización institucional a favor del ex comisador, como se menciona en el programa que se transmite en Bravo TV de lunes a viernes a las 20.30.
Ante la decisión, Patricia Bullrich pronto reaccionó. En un recorrido por el Centro de Comando y Acción, el Ministro de Seguridad Nacional solicitó el restablecimiento inmediato de los agentes separados y arremetió contra el gobernador: “Kicillof, además de ser inútil, es una persona que odia a la policía y está del lado de los delincuentes”, disparó. Bullrich reforzó ese puesto en una conferencia de prensa: “Lanzar 24 oficiales de policía porque comparten la amistad con alguien que es candidato es una indignación. Esos agentes están en una división ecológica, no en operaciones estratégicas. No se pueden tomar represalias por lazos personales”, criticó.
El episodio también revivió las preguntas sobre el papel estructural de las fuerzas de seguridad. La diputada Romina del Plá, invitada al programa, fue abrumadora: “Toda la policía de Buenos Aires como institución es un problema. Y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires tampoco actúa cuando está plagada de un desencadenante responsable”, dijo.
Patricia Bullrich cruzó Axel Kicillof por el pase de disponibilidad de la policía de 24 Buenos Aires: “Persecución política pura”
Del Plá también agregó que el escándalo da visibilidad al candidato libertario, aunque recordó un hecho: según la Comisión Provincial de Memoria (CPM), la represión policial a manifestaciones pacíficas creció exponencialmente en 2025. En solo seis meses, el número total de personas heridas registradas en todas las 2024 se superó: 1,251 comparadas con 1,215. Los arrestos arbitrarios también aumentaron de 93 a 130 y el porcentaje de protestas reprimidas pasó del 30% al 50%.
“A pesar de esa pintura, la gente continúa saliendo”, enfatizó el diputado del frente izquierdo. Los manifestantes generalmente “se preparan para las represiones: van con la barbilla y se preparan para todo. Cuanto más enorme es la represión, más difícil puede avanzar en las afirmaciones”, observó.
La trama expresó el uso político de las fuerzas de seguridad en la campaña electoral completa y abre preguntas sustantivas: ¿en qué medida puede intervenir en una institución armada sin riesgo de desestabilización? ¿Es la defensa corporativa de un candidato legítimo desde la fuerza?
BR / FPT