En su último informe económico, el ex ministro Domingo Cavallo analizó cambios recientes en el régimen de intercambio y declaró que el nuevo esquema de flotación con bandas puede contribuir al proceso de desinflación, siempre que se mantenga el orden fiscal y monetario. A su vez, apoyó la posibilidad de que el gobierno comprara reservas internacionales, incluso sin el dólar oficial que tocaba la banda de la banda, y reclamó la eliminación de las restricciones de cambio que aún afectan a las empresas, como una condición necesaria para avanzar hacia un sistema de competencia de monedas de estilo peruano.
Cavallo recordó que en febrero había advertido que la inflación estaría determinada por el equilibrio fiscal y el control monetario, y dijo que los cambios recientes en el mercado de intercambio, como la eliminación de la “clavija” y la calificación para las personas humanas para operar sin restricciones, no deberían acelerar el inflado. Por el contrario, la acumulación de reservas puede consolidar la tendencia a la baja.
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“El acuerdo con el FMI le permite comprar reservas incluso cuando el tipo de cambio no está en el piso de la banda”, explicó. Aunque el banco central ha mostrado renuencia a intervenir si el dólar no cae al límite inferior, por temor a presionar los precios y expandir la base monetaria, Cavallo considera que esta visión es limitada. “La compra de reservas puede reducir el riesgo del país y favorecer la redonización de la economía”, dijo. Para él, permitir una mayor circulación de pesos no implica necesariamente una inflación si hay una mayor demanda de dinero, como generalmente ocurre en los procesos de desinflación.
El ex ministro también destacó el valor de establecer un techo previsible para el tipo de cambio, lo que ayuda a moderar las expectativas de devaluación. Citando un análisis de Joaquín Cottani, explicó que el precio actual del dólar oficial, alrededor de $ 1,200, puede entenderse como la versión actual del tipo de cambio esperado en un año visto, calculado según la paridad de las tasas de interés. En ese contexto, consideró poco probable, y poco conveniente, que el tipo de cambio cae al piso de la banda, ya que eso podría generar una apreciación excesiva y dañar la competitividad de las exportaciones.
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Con respecto al tipo de cambio real, Cavallo valoró positivamente la eliminación de las retenciones para las exportaciones industriales, pero cuestionó el anuncio de que las retenciones agrícolas aumentarían nuevamente en julio. En su opinión, eso puede acelerar la liquidación de las monedas a corto plazo, pero desalienta la inversión productiva y daña el crecimiento a largo plazo. “Lo más importante es aumentar la siembra, los rendimientos y la producción futura”, enfatizó.
Por otro lado, el economista era expectante para el anuncio del Ministro de Economía en un próximo esquema de competencia de divisas, lo que permitiría la libre elección entre pesos y dólares para ahorrar y hacer pagos. “Para que funcione, es necesario que los bancos puedan prestar depósitos en dólares en condiciones similares a las de los pesos”, dijo. Hoy, los créditos en dólares están restringidos por regulaciones que obligan a transformar los fondos en pesos a través de operaciones con el banco central, que según Cavallo desalienta la banca en moneda extranjera.
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Finalmente, argumentó que la competencia de monedas solo será efectiva si las restricciones de intercambio que aún rigen las empresas se eliminan por completo, como ya se hace para las personas naturales. “Si no, cualquier incentivo para el uso del dólar en el sistema de pago solo generará más red monnetización en pesos, en lugar de permitir un sistema verdaderamente dual”, concluyó.