Municipios sin control: denuncian el 360% en la tasa vial sin tener en cuenta los servicios

Durante una entrevista en Channel E, la economista Matías Olivero Vila, al frente de la ONG lógica, se enfocó en un caso reciente que generó un revuelo: un municipio decidió aplicar un aumento del 360% en su tasa vial, sin una relación directa con inflación o una mejora en los servicios. Como explicó, este tipo de medidas no solo socavan el principio de la equidad fiscal, sino que también revelan el mal uso del sistema fiscal local.
“Una tarifa debe reflejar el costo de un servicio específico. Si no existe dicho servicio, no se debe cobrar”, dijo Olivero Vila, refiriéndose a una de las principales distorsiones actuales en la política municipal.
El origen de las tasas desproporcionadas
Olivero Vila contextualizó el problema al recordar cómo las tasas municipales comenzaron a ser cantidades simbólicas vinculadas a servicios específicos. Sin embargo, con el tiempo y el respaldo de ciertas fallas judiciales, como ESO versus municipio de Quilmes, se habilitó una tendencia a la extralimitación en la recolección de tasas. En estos casos, explicó, el límite entre la tasa y el impuesto se borra, y los contribuyentes terminan pagando sin recibir una consideración concreta.
Tasa de carretera y falta de servicio
El punto más controvertido del caso tratado es la tasa de carretera cobrada al cargar combustible, incluso si el conductor solo pasa por el municipio. “No hay un servicio específico que se proporcione en ese momento. La persona carga la gasolina y continúa en su camino. No hay iluminación, mantenimiento o asistencia directa”, dijo Olivero Vila.
El economista también recordó precedentes como el ecotasa de Bariloche, declarado inconstitucional por la Corte Suprema en el caso Cantalupi. Aun así, los contribuyentes que pagaron por años no recuperaron su dinero, lo que genera, según Olivero Vila, “un sistema profundamente injusto”.
“¿Van a regresar a los turistas lo que pagaron?
Fondos utilizados para el carnaval y la publicidad
Además de las preguntas técnicas, Olivero Vila criticó el destino de los fondos recopilados. “El problema es que uno revisa el gasto público del municipio y descubre que el dinero va en carnaval y publicidad, no en servicios esenciales”, denunció.
Este desvío de prioridades expone una gestión ineficiente que perjudica tanto a los residentes como a los visitantes que, sin saber, están financiando actividades fuera de los servicios básicos.