El presidente dirigirá un acto en la ciudad de Buenos Aires, mientras que el vicepresidente participará en el evento oficial en Rosario. En Casa Rosada se aseguran de que la relación entre los dos esté rota.
Este viernes 20 de junio, en el marco del Día de la Bandera, el presidente Javier Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel ayudarán a diferentes actos oficiales por separado, una decisión que una vez más revela la profunda crisis política dentro del partido gobernante.
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Milei liderará a las 11 de la mañana una ceremonia en el Campo de Polo Argentino, en la ciudad de Buenos Aires, junto con miembros de su gabinete. Por su parte, Villarruel viajará a Rosario para asistir al acto organizado por el gobernador Santa Fe Maximiliano Pullaro.
En la Casa Rosada descartan cualquier intento de acercarse. Las fuentes oficiales fueron agudas: “No vamos a invitarla, la relación está rota”, dicen en referencia al jefe del Senado. A medida que ocurrió, la Secretaría General de la Presidencia, dirigida por Karina Milei, no tomará ninguna invitación a Villarruel para el evento de Buenos Aires.
El descanso no es nuevo. En el Tedeum del 25 de mayo, el presidente evitó saludar al vicepresidente y la excluyó de la caminata tradicional a la catedral. Después del evento, lanzó una frase difícil: “Roma no paga a los traidores”, dejando en claro su posición contra el distanciamiento político.
Los cortos circuitos también se demostraron en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, cuando Milei interrumpió públicamente a Villarruel con una “no se apresure, todavía no terminé”, cuando trató de cerrar la asamblea legislativa. La tensión se profundizó con su exclusión de la cena posterior en Casa Rosada con ministros.
Desde principios de 2024, Karina Milei excluyó a Villarruel de los progresos armados de listas de libertad, después de su partida de las reuniones del gabinete. En el entorno presidencial la acusan de “mantener su propia agenda” y de no alinearse con el discurso del partido gobernante.
Uno de los puntos más conflictivos fue la crítica de Villaruel a la decisión 1112/24, lo que permite la intervención de las fuerzas armadas en seguridad interna. Este desacuerdo evidenció aún más la ruptura institucional entre ambas figuras.
Además, lo reprochan para haber actuado en contra de la parte gobernante en cuestiones clave, como el rechazo del nombramiento de Ariel Lajo como juez de la Corte Suprema.
El próximo cruce será el miércoles 25 de junio, cuando el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, asista al Senado para presentar el Informe de Gestión 143. Aunque la reunión será formal, no se esperan gestos de relajación en un pasante que se vuelve cada vez más difícil de ocultar.









