Lousteau defendió a Recordois y buscó debilitar al gobierno

Juan Grabois, una referencia para el Kirchner más radicalizado, volvió a estar en el centro de la escena después de liderar una ocupación del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, en la ciudad de Buenos Aires. La toma de la construcción pública, dada por la decisión administrativa en ausencia de justificación presupuestaria, fue una nueva muestra del método que el líder de la piquéetro ha cultivado durante años: la presión callejera como una forma de hacer política. Martín Lousteau apareció buscando ingresos políticos.
La reacción del gobierno fue inmediata. La Policía Federal, junto con las tropas de Porteños, desalojó la propiedad ubicada en Recoleta y arrestó a Grabois con un compañero. Ambos fueron liberados horas después.
Lousteau, el UCR y una defensa que alimenta la confusión
Pero los datos políticos llegaron al día siguiente. Martín Lousteau, presidente de una UCR cada vez más borrosa, salió a defender a Grabois con un mensaje en las redes sociales que generó el repudio incluso dentro del radicalismo mismo. El senador escribió: “Si es un presidente que dicta la detención arbitraria sin una orden judicial sobre un líder de la oposición, es un autor”.
Si tienes cuatro patas y corteza, es un perro. Si es un presidente que dicta la detención arbitraria sin una orden judicial sobre un líder de la oposición, es autoritario.
Toda mi solidaridad con @jangabois.
– Martín Lousteau (@Gugalusto) 8 de junio de 2025
La frase no solo evidenció una lectura legal cuestionable, sino también un gesto de alineación con un sector de kirchnerismo que durante años desmanteló las instituciones de la República. Lousteau, lejos de representar una alternativa moderna para el UCR, incluso ha sido señalada por el excorreligionario como uno de los responsables de hundir el partido centenario, diluyendo su identidad en alianzas erráticas y posiciones confusas.
Un intento más de dañar al gobierno
En el fondo, lo que se evidenció con esta escena fue una obra política que busca erosionar al gobierno de Javier Milei. Durante semanas, diferentes sectores de oposición han estado instalando una narración de “autoritarismo”. Aunque todas las decisiones se han tomado en el marco de la ley.
El Recordoise es victorias para el gobierno y para el kirchnerismo. Demasiado conveniente para ambos. No te enganches
– Martin Tetaz (@martinteta) 8 de junio de 2025
La ocupación del Instituto Perón, una propiedad costosa, con poca utilidad pública y enfoque de recursos cuestionados, es difícil de justificar. Grabaois, sin propuestas concretas, eligió un acto de provocación política para victimizar. Y Lousteau, en lugar de cuestionar la metodología, optó por la defensa automática, buscando ingresos personales en medio del desgaste de su figura.
Ataques, discursos incendiarios y victimización
Apenas fue lanzado, Recordois lanzó una serie de declaraciones cargadas de insultos. Acusó al gobierno de “tener miedo”, describió a sus miembros de “mierda de personas” y amenazó con “hacerles pagar” sus decisiones políticas. Además, señaló directamente contra Patricia Bullrich, Karina Milei y el Ministro Pettovello.
Con su tono de confrontación habitual, el líder social denunció que el cierre del Instituto Perón responde a una supuesta intención de venderlo a empresarios cercanos al partido gobernante. No presentó evidencia, pero eso no le impidió repetir la acusación en diferentes medios relacionados con el kirchnerismo.
Una puesta en escena funcional para la oposición interna
La toma del edificio, la detención, la liberación y las declaraciones posteriores de Recrois parecen responder más a una puesta en escena política que a un reclamo legítimo. El Instituto Perón ya había sido interrogado por su contribución nula a la gestión pública, el uso de sus recursos y su poca transparencia.
En lugar de plantear una discusión seria sobre el papel del estado, Recordois eligió el camino de la agitación y el lousteau que del oportunismo. Ambos, funcionales a una estrategia que busca obstaculizar al gobierno y posicionarse como referentes en una oposición que, por ahora, carece de propuestas.