La UIA analiza con el gobierno la disminución de las retenciones a las exportaciones industriales y solicita impuestos más bajos

El nuevo presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Martín Rappallini, dijo que mantuvo negociaciones con el gobierno para la eliminación de retenciones a las exportaciones de fabricación para pequeñas y medianas empresas anunciadas por el Ministro de Economía, Luis Caputo. Se trata de más de 4,000 productos que, según las estimaciones de la entidad de fabricación, homenaje entre el 3% y el 5% de los derechos de explotación alícuota. La medida de eliminación del gravamen lo avanzó al mediodía, pero se completó en las últimas horas del miércoles.
Rappallini asumió en la sede de la UIA y confiaba en la eliminación de las posiciones arancelarias para los fabricantes de origen industrial, ya que era un reclamo recurrente de la cámara comercial del sector. “Las PYME casi no serán retenciones de exportación”, dijo el nuevo jefe de la entidad Fabrile en una conferencia de prensa ante los medios de comunicación, que también tuvo la participación del director ejecutivo de la UIA y el economista jefe de Diego Coatz, y el jefe del Centro de Estudios de la UIA (CEU), Pablo Dragún.
Pero, de acuerdo con la nueva gestión de la entidad industrial, las reclamaciones no cesarán con la disminución de las retenciones, sino que continuarán con una disminución fiscal porque el sector no puede seguir “con una mochila llena de piedras”, en relación con la presión fiscal de los empresarios industriales que alcanzan el 52%. La industria es un sector que representa el 18% de la economía, genera 1,200,000 empleos directos, contribuye al 40% de los impuestos sobre la renta y entre el 28 y los medios del 30% de la recolección total.
“En el mundo no hay impuestos sobre las exportaciones de bienes industriales”, dijo Rappallini. A su vez, puso el caso de China, que no solo impone homenaje a los productos de exportación, sino que también “subsidio” a la industria manufacturera para comercializar sus productos fuera del país asiático, con una serie de medidas de incentivos de exportación para fortalecer la competitividad de los fabricantes chinos en el mercado global, desde los beneficios de Fiscal hasta el apoyo financiero.
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“Queremos que las condiciones para las instalaciones sean iguales. Creemos que tenemos que trabajar en la construcción de competitividad, porque es la única forma en que vamos a lograr un sector industrial sostenible a tiempo”, dijo el líder industrial.
“Jugamos otro juego, porque compitimos a nivel mundial”, dijo el nuevo jefe de la UIA. También habló sobre las negociaciones de que el gobierno está llevando a cabo por un eventual acuerdo económico con los Estados Unidos y que podría implicar la reducción de los aranceles fiscales. “Tienes que trabajar con el Ministerio de Relaciones Exteriores para ver el tema de las exportaciones a los Estados Unidos”, dijo.
Por otro lado, y en relación con los canales de comunicación con el fallo, Rappallini enfatizó que esperan celebrar reuniones mensuales con el Secretario de Coordinación productiva, Pablo Lavigne. “Tenemos que dialogar con el gobierno, invitar al presidente y a todos sus ministros”, dijo. También propuso que la UIA debe dirigir “una agenda federal” y reunirse con los gobernadores.
Competitividad, tipo de cambio e importaciones
Rappallni fue abrumador y rechazó que una mejora en la competitividad proviene de una corrección de intercambio debido al aumento del tipo de cambio. “Una devaluación no resuelve nada porque hay precios y bajos en la actividad”, dijo e insistió en que la mejora de la competitividad tendría que llegar por la disminución de los costos y no por un dólar más alto y conveniente para la exportación.
A su vez, indicó que es hora de “trabajar en una agenda de competitividad urgente” que enfatiza el “costo argentino”. “El problema de la infraestructura y los costos logísticos más bajos es esencial”, dijo. También señaló que al igual que la industria automotriz puede estar planteando, la construcción y el elemento textil aún no se han recuperado.
“La posición del gobierno es reducir los costos y el gasto público y que estamos de acuerdo, porque de esa manera se señala la reducción de la inflación y la normalización de la economía”, dijo el referente manufacturero.
Con respecto al nuevo esquema de intercambio de flotación entre bandas, el industrial enfatizó: “Todos tenemos que entender cómo funciona este nuevo esquema, el mercado todavía está ‘pruebas'”. “Cuando el dólar sube o baja, para el emprendedor es terrible (porque) la estabilidad te permite llevarte a ser más productivo”, continuó con su discurso y agregó: “Lo que queremos es tener previsibilidad”.
En relación con la apertura económica y la inundación de las importaciones, dijo: “Las preocupaciones en la medida en que no hay una mejora en los sectores productivos”. “Tenemos cadenas de valor muy importantes y ningún país que los tenga deja bienes importados”, advirtió y señaló que la medida de este gobierno no deja un “juego de nivel”.
Diferencia con la diversión de rioja en el “doble comando”
Por otro lado, Rappallini dijo que en los próximos días tomará una licencia de su puesto como presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA), para concentrarse con una “dedicación completa” a la UIA. Como se indicó, no hay necesidad de definir algunos detalles “técnicos”, pero se resolverá con la suposición del actual primer vicepresidente de Uipba, Alejandro Gentile.
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Daniel Funes de Rioja, ex conductor de la Cámara de Negocios del Sector, fue dirigido varias veces por el doble comando como referencia de la UIA, mientras que al mismo tiempo mantuvo la propiedad por parte del coordinador de Food Products Industries (COPAL). “Son dos etapas diferentes que nos tocan, con dos gobiernos diferentes, con diferentes problemas”, concluyó Rapallini sobre las posibles diferencias en la entidad de fabricación.
GM-AM