El conflicto entre Wanda Nara y Mauro Icardi nuevamente ocupó el centro de la escena de los medios, esta vez con un ingrediente particularmente sensible: sus hijas menores. En medio de tensiones familiares y medidas judiciales, el abogado Ana Rosenfeld Decidió hablar públicamente y exponer detalles que revelan el lado más humano de la confrontación.
Durante una entrevista, Rosenfeld fue contundente al referirse al uso de la fuerza pública para resolver el conflicto: “Cuando la fuerza pública está involucrada en situaciones tan delicadas, el daño puede ser irreversible”, advirtió. Lejos de ser una batalla legal entre adultos, explicó que el problema gira en torno a las emociones de las niñas, quienes, dijo, solo quieren estar a solas con su padre.
“No se oponen a verlo, por el contrario. Lo que piden es tener un tiempo exclusivo con él”, dijo el abogado, alusión directamente a Mauro Icardi. “Si el padre no puede entender eso, entonces no estamos enfrentando un problema legal, sino emocional”, dijo Rosenfeld, marcando un punto clave en la discusión.
Además, enfatizó las posibles consecuencias de las acciones judiciales. “Lo que más me preocupa es cómo estas criaturas van a ser emocionalmente si se separan de su madre por la fuerza. Eso puede dejar marcas difíciles de borrar”, dijo con angustia.
Rosenfeld también dio detalles sobre cómo se sienten las niñas en sus hogares actuales. “En Türkiye, sus habitaciones estaban ocupadas por los hijos de la pareja de Mauro. Lo mismo sucedió en Buenos Aires. Es comprensible que sientan que no tienen su lugar”, explicó.
La solicitud de los pequeños, según el abogado, es simple pero profunda: “Solo quieren una semana con su padre, sin intermediarios. Necesitan sentir que son una prioridad. Espero que puedan ingresar a él, Mauro”.
Si bien Mauro Icardi está en silencio, las declaraciones de Rosenfeld instalan un nuevo enfoque en la discusión: el impacto emocional en los menores y la necesidad de abordar la situación con empatía y madurez.