La Casa Blanca rechazó la decisión que bloqueó los aranceles

La Casa Blanca criticó la decisión judicial que bloqueó los aranceles recíprocos impuestos por el ex presidente Donald Trump. La administración argumentó que el fallo judicial interfiere con el poder del ejecutivo para manejar una emergencia nacional. Kush Desai, portavoz del gobierno, declaró que “no corresponde a los jueces no elegidos para decidir cómo enfrentar una emergencia nacional”.
El fallo judicial limita el poder presidencial
El Tribunal de Comercio Internacional de Manhattan determinó que Trump no justificó adecuadamente el uso de poderes especiales para imponer tarifas. El tribunal explicó que la Constitución otorga al Congreso el poder exclusivo para regular el comercio internacional, competencia que no puede ser reemplazada por el Presidente, incluso bajo una declaración de emergencia.
Para aplicar aranceles, Trump invocó la ley de las facultades económicas en emergencias internacionales (IIEEPA), alegando que el déficit comercial y la amenaza de los ingresos por drogas justificaron la medida. En abril anunció tasas del 10% en la mayoría de los productos importados, con mayores aranceles para China y la Unión Europea. Luego suspendió algunas tasas mientras negociaba con diferentes países.
La Casa Blanca defiende la estrategia y anticipa la apelación
Del Departamento de Justicia, la defensa señaló que el poder judicial tiene una autoridad limitada en las decisiones de este tipo de ejecutivo. La administración también citó como una historia las medidas arancelarias de Richard Nixon en 1971.
Un funcionario del gobierno, bajo condición de anonimato, indicó que “solo el Congreso, y no los tribunales, pueden decidir si la justificación del presidente cumple con la ley”. Agregó que el Presidente actuó dentro del marco legal de la IEEEPA y que preparan una apelación para revertir el fallo.
La demanda que originó la medida fue presentada por el Centro de Justicia de Liberty, en nombre de cinco pequeñas empresas afectadas. Los demandantes cuestionaron el uso de IEEPA para imponer tarifas y dijeron que el déficit comercial no representa una amenaza “inusual y extraordinaria”.
El tribunal otorgó a la Casa Blanca diez días para suspender los aranceles, aunque el gobierno planea apelar. Esta resolución es el primer revés judicial importante contra la política arancelaria de Trump.
La controversia también se reflejó en las redes sociales, donde Stephen Miller, un asesor cercano a Trump, describió la sentencia como “un golpe judicial fuera de control”. Desde la Casa Blanca reiteraron que Trump prometió “poner a los Estados Unidos primero” y utilizará todas las herramientas disponibles para enfrentar la crisis comercial y recuperar la grandeza del país.
La disputa legal entre la rama ejecutiva y judicial abre un debate sobre los límites del poder presidencial en asuntos comerciales y el papel del Congreso para regular el comercio internacional. La resolución final podría ser un precedente para futuras políticas arancelarias y el uso de poderes de emergencia.
Este caso destaca la tensión entre la administración Donald Trump y los tribunales, y plantea cómo la Casa Blanca busca mantener la capacidad de imponer tarifas a pesar del control judicial. La apelación y los próximos pasos legales definirán si el presidente continúa teniendo estas facultades o si deben pasar por el Congreso.