La advertencia de Ricardo Lorenzetti que sacude el poder político de lo intransigente

El juez de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, habló sobre la caída de la legitimidad mundial, criticó la fragilidad de las democracias modernas y lamentó el bloqueo a la candidatura de Ariel Lajo. “No hay golpes, hay deterioro debido al hambre”, lanzó Rawly.
Un cambio de tiempo que no tiene vuelta
El Ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, encendió todas las alarmas en declaraciones recientes al reflexionar sobre el contexto político global. Con un tono crítico y sombrío, declaró que el sistema democrático está pasando por una crisis profunda y silenciosa.
“Estamos viviendo un ciclo de ciclo. Toda la gobernanza de los últimos 200 años se está volviendo vacío”, advirtió, en una frase que no pasó desapercibida. Para Lorenzetti, el liderazgo político “ya no logra desafiar a los ciudadanos”, y esa desconexión se traduce en inestabilidad.
El fenómeno de “minorías que gobiernan”
Lorenzetti fue más allá al describir una transformación estructural de la representación electoral.
“Hoy no hay nadie para ganar una elección con más del 30% en cualquier país del mundo. Se rige con minorías, lo que significa lo contrario de la democracia, lo que representa la mayoría”, dijo.
La frase afecta especialmente a un país como Argentina, donde la fragmentación política ha generado gobiernos débiles y polarizados.
Una advertencia sobre el futuro de las instituciones
El juez supremo también advirtió sobre el deterioro progresivo de los pilares democráticos, en una crítica directa a la pérdida de relevancia del periodismo y el sistema judicial.
“No hay golpes, pero se deteriora debido al hambre. La fuerza de la prensa y el poder judicial comienzan a perder, mientras que el dominio de las redes sociales y la tecnología crece”.
La declaración refleja un creciente temor entre académicos y juristas sobre el progreso del populismo digital y la pérdida de contrapesos institucionales.
Lajo y una candidatura frustrada por el contexto
Dentro de ese marco, Lorenzetti se refirió a la nominación fallida del juez Ariel Lajo a la Corte Suprema.
“Creo que Lajo había sido un buen juez. Tenía mala suerte en un contexto difícil. Al principio tenía los votos, pero el clima político cambió”.
La candidatura de Lijo, promovida por el gobierno nacional, perdió fuerza después de preguntas internas y externas, y hoy su designación parece estancada. Lorenzetti evitó confrontar directamente a los actores políticos, pero su diagnóstico general explica un sistema de trabajo y autoadeque.
En un país cruzado por tensiones políticas y sociales, las palabras de un tribunal de la corte mientras Lorenzetti resuena con fuerza. Su visión no solo marca la distancia del clima de polarización, sino que también plantea una pregunta inquietante:
¿Está la democracia preparada para sobrevivir al siglo XXI tal como la conocimos?