Mientras los bombardeos y la ofensiva de la tierra en Gaza continúan, el ejército israelí ordenó este domingo nuevas evacuaciones en áreas del centro del enclave palestino, lo que causó un nuevo pico de tensión y al menos 73 muertos, la mayoría en las cercanías de los centros de distribución de ayuda humanitaria. Las restricciones impuestas por las autoridades israelíes reducen el acceso entre Deir al-Balah y las ciudades del Sur, Rafah y Jan Yunis, profundizando el colapso humanitario en la región.
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El mayor número de víctimas se registró en el norte, donde al menos 67 palestinos murieron mientras intentaban acceder a camiones de ayuda en el cruce de Zikim, en la frontera con Israel. Según los hospitales locales, más de 150 personas resultaron heridas, algunas de ellas en serio. Los testigos señalaron que los soldados israelí habrían disparado a la multitud, aunque el ejército no emitió comentarios al respecto.
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Paralelamente, el Hospital Nasser, en el sur de Gaza, confirmó la muerte de otras 17 personas y 69 heridas en puntos de entrega de alimentos en Rafah. El director del Hospital Shifa, Mohamed Abu Selmiyah, dijo que al menos 40 de los muertos en el norte murieron de heridas de bala. “Esta es una masacre”, advirtió.
Las nuevas órdenes de evacuación llegan a las áreas donde operan las organizaciones internacionales, incluidas las instalaciones de la ONU en Deir al-Balah. Un funcionario de las Naciones Unidas, en contacto con las fuerzas israelíes, informó que aún se desconoce si estas instalaciones se incluyen en la medida. El ejército israelí instó a la población civil a ir a Muwasi, un campamento precario al sur del enclave designado como “zona humanitaria”, aunque las condiciones allí son extremadamente limitadas.
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El portavoz militar Avichay Adraee advirtió que las tropas atacarán la “intensidad” a los combatientes de Hamas. La población civil, que supera a dos millones de personas, permanece atrapada en condiciones extremas, con acceso limitado a alimentos, agua y atención médica.
Las nuevas acciones militares ocurrieron después de una nueva ronda de conversaciones en Qatar entre Israel y Hamas, que no lograron llegar a un alto acuerdo de incendio. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insiste en que la presión militar acelerará la negociación, aunque no se registraron avances concretos. Desde el comienzo del conflicto, Israel afirma controlar más del 65% de la Franja de Gaza.
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Mientras tanto, el Foro de Familias de rehenes, que representa a los familiares de los secuestrados por Hamas, condenó las órdenes de evacuación. “¿Cuál es el objetivo? ¿Qué se espera lograr?” El grupo exigió un acuerdo integral que permita la devolución de los rehenes y el cese de las hostilidades.
La situación humanitaria es cada vez más desesperada. El Ministerio de Salud de Gaza informó que al menos nueve niños murieron de desnutrición desde que Israel endureció el bloqueo en marzo. El Hospital Shifa reportó 79 muertes por hambre en el último mes. Este domingo, las ambulancias frente a los principales hospitales sonaron sus sirenas en una protesta coordinada para denunciar la escasez de alimentos, medicamentos y recursos básicos.
Desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamas lanzó un ataque en el sur de Israel que dejó 1,200 muertos y 251 secuestrados, el conflicto ha cobrado más de 58,000 vidas palestinas, según cifras del Ministerio de Salud del Enclave. La ONU y los organismos humanitarios continúan exigiendo un cese inmediato y la apertura de corredores humanitarios seguros.
LV/EM