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Georgieva negó la interferencia electoral después de las críticas al kirchnerismo

Después de una ola de críticas al kirchnerismo, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, salió a aclarar sus declaraciones sobre el proceso electoral en Argentina. Negó haber hecho una sugerencia hacia el electorado y aclaró que su advertencia fue dirigida al gobierno nacional, en un intento por apoyar la ruta económica actual.

“Las elecciones son para argentinos, no para nosotros”, dijo Georgieva el viernes a los medios acreditados en la Asamblea de Primavera del FMI en Washington. “Mi mensaje fue para el gobierno, mantener el curso para el crecimiento del país y el pueblo argentino”, agregó. La intención, explicó, era advertir sobre los riesgos de que los gobiernos relajen las reformas cerca de las elecciones.

Excelente reunión donde compartimos el progreso del programa económico, especialmente en este difícil contexto global.
¡Muchas gracias @kgeorgieva!

Excelente reunión en la que compartimos el progreso del programa económico, especialmente en este desafiante contexto global.
Gracias … https://t.co/3tpmvCaxlx

– Totocaputo (@luiscaputar) 24 de abril de 2025

Las declaraciones surgen después del jueves, en una conferencia de prensa, advirtieron que “la voluntad de cambio no debe descarrilarse”, refiriéndose al programa económico promovido por Javier Milei. Esa frase fue suficiente para que por el kirchnerismo salieron en el bloque para denunciar una supuesta “interferencia electoral”.

Cristina, Kicillof y el PJ, al ataque

Cristina Kirchner fue una de las primeras en responder. En sus redes sociales, escribió que Georgieva “pidió votar por los candidatos de Milei” y denunció una “interferencia muy grave”. El gobernador Axel Kicillof se unió inmediatamente: “Las declaraciones de Georgieva son un escándalo”, dijo, y agregó que el FMI ahora ahora tiene la intención de elegir quién debería gobernar. “

El partido justicialista publicó una declaración en el mismo tono, acusando al director del organismo internacional a intervenir en la política interna argentina. Desde ese espacio también denunciaron una supuesta “subcontratación de la política económica” del presidente Milei y lo acusaron de “renunciar a la soberanía”.

Las redes sociales fueron otro campo de batalla: los militantes de Kirchner promovieron hashtags como #colonia y #FMI para tratar de instalar la idea de un país enviado al organismo internacional. Pero fuera de esa burbuja ideológica, las palabras de Georgieva fueron interpretadas como una validación del curso económico argentino.

El FMI ratifica su apoyo al gobierno

Desde el entorno de Georgieva, insistieron en que su intención era simplemente técnica y centrada en la continuidad del plan de estabilización. Su mensaje tenía como objetivo evitar que el año electoral debilitara las reformas que, hasta ahora, permitían recuperar excedentes fiscales y acumular reservas. En ningún momento, dicen, había una sugerencia política o electoral.

Mientras tanto, del gobierno evitaron la confrontación. Luis Caputo y Santiago Bausili celebraron una reunión con Georgieva en Washington esta semana, donde revisaron el cumplimiento del programa con el FMI y el diálogo sobre los próximos desembolsos. En esa línea, desde Casa Rosada destacaron el apoyo constante del organismo a las medidas adoptadas.

El gobierno de Milei ha convertido el equilibrio fiscal en una bandera. Este compromiso fue valorado por organizaciones internacionales, a diferencia de las experiencias anteriores con el kirchnerismo, lo que llevó al país a registrar niveles de déficit, emisión y endeudamiento con baja capacidad de pago. Georgieva reconoció que esta vez la situación es diferente.

El kirchnerismo busca victimizar en un contexto adverso

Los ataques de kirchnerismo parecen una estrategia más desesperada que una crítica genuina. Con pocos argumentos técnicos y sin propuestas claras frente al plan de ajuste en curso, buscan refugiarse en la antigua historia anti-RMI, incluso cuando era el propio gobierno de Alberto Fernández lo que renegoció con el cuerpo sin resolver desequilibrios estructurales.

En su afán de mostrarse como víctimas de poder extranjero, terminan exponiendo su incomodidad ante un contexto en el que el FMI ya no es una amenaza, sino un aliado de estabilización. A diferencia de lo que sucedió en sus esfuerzos, hoy no hay ocultamiento o manipulación: se cumplen los objetivos fiscales y las cifras comienzan a acompañar.

La aclaración de Georgieva busca cerrar un capítulo innecesario en medio de un proceso de normalización que requiere seriedad y diálogo con el mundo. Si bien Argentina avanza hacia un modelo más previsible, los referentes del antiguo orden resisten aceptar el cambio. Pero las elecciones, como dijo Georgieva, son de los argentinos.

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