El valor del litro de leche pagado al productor alcanzó el USD 0.40, en comparación con el USD 0.24 que se registraron en los últimos años. Esta mejora está vinculada, en parte, con el impacto positivo de la eliminación de las retenciones. El sistema macroeconómico, la estabilidad en dólares y el mayor consumo permitieron al sector lácteo argentino aumentar su producción en un 11% durante el primer período de cuatro meses del año en relación con el mismo período de 2024, según un informe del mercado comercial de Rosario Commerce (BCR). Haga clic aquí para unirse al periódico Panorama de Diarla Diario y siempre se le informa, el informe destaca que el precio de la leche en el mercado interno fue despedido: se encuentra en 40 centavos por litro por litro, casi duplicando los 24 centavos de promedio que se registró entre 2017 y 2024. Según los datos del ministerio de agricultura, Livestock y Fishing (sagyp) en los primeros cuatro meses del año de los años, casi 3.3 billones de billones de billones y casi 3. 11% de crecimiento de año y año. “El sector lácteo comenzó a recompensar, a mano de una reorganización de la macroeconomía, una mejora en los precios internacionales y una relación de precios más favorable entre la leche y sus principales suministros. Además de esto, la suspensión de las retenciones a los productos lácteos en octubre de 2023 la eliminación en agosto de 2024 percibido por los productores ”, dijo el informe. La elaboración industrial acompañó la expansión principal. Entre enero y abril, la producción conjunta de queso, yogures y leches fermentadas, leche en polvo, Dulce de Leche, crema y mantequilla alcanzaron 389,700 toneladas, 13% más que en el mismo período del año anterior. Se destacaron yogures y leches fermentadas, que pasaron de 101,100 a 124,600 toneladas, con un aumento del 23%. La crema aumentó en un 18% y la mantequilla en un 14%. Por otro lado, el Dulce de Leche, el queso y la leche en polvo aumentaron 11%, 7% y 4% respectivamente. La mejora de la relación de producto de entrada fue uno de los principales factores detrás del rebote, ya que se modificó la relación entre el litro de la leche y el kilo de grano, según el informe de BCR. Con precios promedio recientes, un litro de leche compró 2.2 kg de maíz y 1.5 kg de soja, niveles que excedieron las referencias históricas. La relación con el maíz estaba por encima del umbral técnico de 2 y la del grano oleaginoso excedió el punto de referencia de 1. Según el informe, solo tres veces en los últimos ocho años, el precio mensual promedio de la leche ofreció un poder de compra importante de la soja que en mayo de 2025. Esto se agregó el precio en dólares por litro, que aumentó a USD 0.40, superando el promedio histórico entre 2017 y 2024. 0.24. Este aumento de factores combinados, como la estabilidad de intercambio del último año y medio y una mejora general en los precios internos. El consumo de leche interna también mostró señales de recuperación. Según el Observatorio de la cadena de lácteos argentino (OCLA), el consumo anualizado per cápita se tocó un mínimo de 155.8 litros en mayo de 2024. Desde entonces, creció de manera consistente y alcanzó 194.1 litros por habitante en abril de 2025, lo que representaba un aumento interanual del 20%. Aunque todavía está por debajo del máximo histórico de 232 litros en 1999, el informe consideró que hay espacio para continuar esa tendencia. Desde el plan financiero, se destacó la implementación de un instrumento de crédito que facilitó el acceso al financiamiento a la batería, un aspecto generalmente crítico para el sector. En julio de 2024, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) lanzó una línea de créditos al valor del producto, en el que las cuotas se colocaron en litros de leche. El reembolso se lleva a cabo en pesos, calculado en el valor promedio nacional de acuerdo con el sistema de gestión integrado de la lechería argentina (SIGLE), con una tasa fija del 5% anual. La Bolsa de Rosario acompañó esta operación con un sistema de registro digital de contratos para la venta de leche entre Tamberos y fábricas, que permitió viBILLAR los créditos. Según los datos de SAGYP, esta herramienta movilizó casi $ 20,000 millones y contribuyó a un aumento del 20% en los sistemas de ordeño rotativo y el 30% en los robots de ordeño, lo que representó un salto en la modernización de la estructura productiva.