En el marco del debate para modificar el régimen penal juvenil, el Secretario de Justicia, Sebastián Amerio, instó a los diputados a apoyar la medida que busca reducir la edad de imputabilidad de 16 a 14 años. En ese sentido, dijo que deben elegir si están del lado de “los argentinos del bien” o “los delincuentes”.
“Los diputados deben elegir de qué lado son: con los argentinos del bien o con los delincuentes. Hoy, después de 314 días de haber presentado el proyecto de ley, podemos avanzar en el declive de la era de la imputabilidad. Es simple, el que es lo suficientemente grande como para matar o violar es grande para enfrentar las consecuencias y ser encarcelados”, dijo el funcionario.
Además de esto, comparó la situación de Argentina con la de otros países de la región: “Compartimos con Cuba la mayor edad de imputabilidad en la región. En Uruguay, la edad es de 13 años y en Brasil y México 12 años”. “El gobierno del presidente Javier Milei tiene el mandato de la compañía para proteger a las víctimas y poner prisioneros a los delincuentes y haremos todo lo que está a nuestro alcance para cumplirla”, concluyó.
Estos no les gustan los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Es por eso que molesta a quienes creen que son los dueños de la verdad.
Baja de la era de la imputabilidad: el gobierno y los diálogos lograron apoyo para avanzar con su proyecto
El fallo y los bloques de oposición de diálogos lograron avanzar en la Cámara de Diputados con una opinión mayoritaria para reformar el régimen criminal juvenil. Durante un plenario de las comisiones de legislación penal, familias, justicia y presupuesto, la diputada Laura Rodríguez Machado anunció que la opinión tenía 77 firmas.
La propuesta, promovida por el partido gobernante, fue apoyada por los diputados de la UCR, La Libertad Avanza (LLA), la democracia para siempre, el Pro, un sector de reuniones federales, la coalición cívica y la innovación, excediendo así las adherencias a la opinión presentada por la Unión por la Pomisión (UXP), que defiende a mantener la imputabilidad desde los 16 años.
Una vez que se alcanzó el quórum, se presentaron las cuatro opiniones en discusión. La mayoría, promovida por la Casa Rosada, propone reducir la edad de imputabilidad a 14 años y contempla instancias antes de la sanción penal, como el trabajo de la comunidad, aunque permite la enjuiciamiento de menores por delitos graves como homicidios, violaciones o robos con armas.
Por su parte, la opinión de UXP tiene el límite actual de 16 años e incorpora propuestas para evitar la detención inmediata, incluida la entrada a centros cerrados antes de una eventual hospitalización en una prisión. Las otras dos iniciativas fueron presentadas por Margarita Stolbizer y Natalia de la Sota, de la reunión federal, que también mantienen la edad de castigabilidad en 16 años, y por el frente izquierdo, que se opone a cualquier modificación del régimen actual.
La discusión de los diputados
En nombre del fallo, Roxana Reyes (UCR) habló, quien argumentó que “llegará a tiempo para que esos jóvenes confisen con la ley penal”. Luego intervino Marcela Campagnoli (Coalición Cívica), lo que aclaró que con sus compañeros apoyarían la opinión de LLA, pero con disidentes.
“Hoy, un niño de 14 o 15 años comete un delito y el estado no puede hacer nada. Regresan a una casa donde no hay nadie. La ley debe contener a ese menor que no tiene respuesta de un estado ausente. Exigimos que cualquier fiscal o juez puedan aplicar ninguna privación de libertad hasta que los lugares correctos sean”, dijo el legislador.
La iglesia rechazó la disminución de la era de la imputabilidad: “Los menores no son los que cometen la mayoría de los crímenes”
Por su parte, Christian Castillo (Fit) reconoció que considera toda la discusión sobre este tema “una bomba de humo” que no resuelve el tema central. En esa línea, dijo que en los países donde se ha reducido la edad de castigabilidad, se demostró que la medida “no disminuye la cantidad de delitos”. “Desea transformar a los niños y adolescentes en chivos expiatorios”, dijo.
Mientras tanto, Mónica Macha (UXP) también se opuso a la propuesta oficial de reducir la era de la imputabilidad, que definió como una medida “populista”: “Lo que quieres es disciplinar y castigar”. Finalmente, Margarita Stolbizer habló, quien dijo que “ningún límite de edad resolverá estos problemas”.
El Comité Nacional para la Prevención de la Tortura repudió la reforma del régimen penal juvenil
En el marco del debate legislativo, el Comité Nacional para la Prevención de Tortura (CNPT) expresó su oposición a esta medida. Aunque reconocieron que es necesario “una reforma del sistema penal juvenil que establece un marco legal apropiado para la Convención sobre los Derechos del Niño,” advirtió que reducir la era de la responsabilidad penal es “incompatible con esa Convención y viola el principio de no resgresión”.
De esta manera, argumentaron que el estado argentino debe establecer los 16 años como una edad mínima de responsabilidad penal por todo tipo de delitos, al tiempo que estresa: “Hay otras modalidades de enfoque que han demostrado ser más efectivas”. Además de esto, los datos oficiales mostraron que entre 2020 y 2023 el número de niños y adolescentes (NNYA) en conflicto con la ley penal se redujo en un 23%.
Además, detallaron que el 54% de la NNYA en esa situación es acusado o condenado por delitos contra la propiedad, y solo uno de cada diez fue acusado de crímenes contra las personas. “Estos datos reflejan que los jóvenes en conflicto con la ley penal no representan un problema de magnitud criminal, o debido a la cantidad de adolescentes involucrados o por la gravedad de los hechos”, dijeron.
A partir del CNPT, enfatizaron que las políticas públicas deben priorizar los enfoques que no recurren al sistema judicial como la primera respuesta, y señalaron que “una reforma del sistema penal juvenil debe basarse en los principios de la proporcionalidad y la razonabilidad, evitando las intervenciones punitivas y promover la prevención y la visión restaurativa”.
También consideraron esencial “fortalecer las políticas sociales”. Entre ellos, propusieron avanzar en respuestas de vivienda, dispositivos intermedios para adolescentes, programas territoriales para el enfoque del consumo problemático y las políticas educativas integrales. “No deben recurrir a procedimientos judiciales y fortalecer las iniciativas de la naturaleza de protección de esos niños y adolescentes”, concluyeron.
MB/ml