Home Noticias Locales El peso del estado en el campo: ¿cuánto se toma de cada...

El peso del estado en el campo: ¿cuánto se toma de cada hectárea?

7
0

En un contexto de los precios internacionales de recesión y los costos internos aún altos, la participación estatal sobre los ingresos agrícolas argentinos aumentó nuevamente. Según la última encuesta de la Fundación Agrícola para el Desarrollo de Argentina (FADA), correspondiente a junio de 2025, el 63.6% del ingreso agrícola se utiliza para el pago de impuestos nacionales, provinciales y municipales.

Esto significa que, por cada $ 100 de ingresos que genera una hectárea agrícola, $ 63.60 terminan en manos del estado. El resto se distribuye entre el alquiler de tierras (26.6%) y el resultado económico neto para el productor (solo 9.8%).

El informe, que analiza los cuatro cultivos principales del país, por maíz, trigo y girasol, muestra fuertes diferencias. En el caso del trigo, la participación del estado equivale a un alarmante 78.2%, seguido de soja con 65.9%. Para el girasol, el índice es del 63.2% y en el caso del maíz, 53.4%.

Quién es y de dónde proviene el nuevo gerente de Fiat Argentina

A pesar de la disminución temporal de los derechos de exportación (DEX) implementado por el gobierno, la participación estatal aumentó en comparación con March, cuando marcó el 58%. ¿La razón? La caída en los precios internacionales de granos, lo que reduce el ingreso total y aumenta proporcionalmente el peso de los impuestos.

Si el DEX volviera a su régimen habitual, como se esperaba, excepto en el trigo, el índice nacional subiría al 67%.

Córdoba: una presión fiscal que excede el promedio nacional

En el caso de Córdoba, el índice FADA alcanzó el 64%, ligeramente por encima del promedio nacional. Aunque la provincia no cobra ingresos brutos a la producción primaria o aplica tarifas municipales, los productores deben enfrentar un alto impuesto sobre el impuesto sobre bienes raíces rurales y los sellos. En total, los impuestos provinciales promedian $ 34,403 por hectárea, uno de los valores más altos entre las provincias aliviados. Además, el costo de la carga, dado que la producción está lejos de los puertos, representa el 31% de los costos de una hectárea de maíz, lo que hace que la estructura productiva sea más costosa con respecto a otras regiones más cercanas a los centros de exportación.

Un esquema regresivo e incómodo

FADA pone especial énfasis en el problema del federalismo fiscal: el 63.8% de los impuestos pagados por una hectárea agrícola son nacionales y no participables, es decir, no se redistribuyen entre provincias. Los impuestos más relevantes en esta categoría son el DEX y el impuesto de débito y crédito bancario.

Córdoba, la primera provincia en emitir un bono de dólar y regresar al mercado internacional

Por otro lado, los impuestos co -participables (como las ganancias o el IVA neto) representan el 28.4%, mientras que los provinciales totalizan 6.8%y municipales solo del 1%, aunque con grandes disparidades regionales.

Radiografía por provincias

El análisis provincial también muestra grandes diferencias. Entre Ríos presenta el índice más alto (69.1%), seguido de Córdoba (64%), La Pampa (62%), San Luis (61.1%), Buenos Aires (59.7%) y Santa Fe (58.6%).

Estas variaciones no implican necesariamente que se pague más impuestos en términos absolutos, sino que reflejan diferencias en los rendimientos agrícolas y los costos productivos locales. La distancia a los puertos, por ejemplo, afecta fuertemente el costo de la carga, que en Córdoba representa hasta el 31% del costo total para una hectárea de maíz, en comparación con el 17% en Santa Fe.

La tierra y los costos dólarizados

El informe también detalla que entre el 47% y el 60% de los costos de producción (dependiendo del cultivo y si se considera o no el valor de la tierra) son dólarizados, lo que expone al productor a una mayor vulnerabilidad al intercambio de volatilidad.

“Es un llamado a rever a todos los procesos”: la visión de Dakota se desarrolla antes del nuevo ciclo económico de Córdoba

Además, el precio de los fertilizantes como la urea se mantuvo estable, pero la relación de producto de entrada empeoró en el trigo, que requiere más toneladas de grano para cada unidad de fertilizantes.

El informe de junio de 2025 muestra una tensión estructural de la agricultura argentina: la carga fiscal, en muchos casos desproporcionada al riesgo productivo. Y alertas sobre los efectos distorsivos del esquema fiscal actual, que centraliza los recursos en la nación y desalienta la producción en regiones lejos de los centros portuarios. En tiempos de caída de precios y márgenes reducidos, el debate sobre la presión fiscal en el campo se vuelve cada vez más urgente.

Fuente de noticias