El desempleo aumentó a un 7,9% en el primer trimestre de 2025 y redujo una racha de descenso que se había observado desde mediados del año pasado y se preocupa por la precariedad laboral. Esto fue reflejado por los datos oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), que mostró un aumento de 1.5 puntos porcentuales en comparación con el 6.4% registrado entre octubre y diciembre de 2024.
En la comparación interanual, el índice también empeoró, aunque más ligeramente: creció 0.2 puntos con respecto al primer trimestre de 2024. A su vez, la tasa de actividad, que mide cuántas personas son parte del mercado laboral, cayó de 48.8% a 48.2%, reflejando un número menor de personas que buscan empleo.
Más de 1.8 millones de personas sin empleo
Según Indec, en los 31 aglomerados urbanos principales del país, actualmente hay 1,136,000 personas desempleadas. En el mismo período de 2024, ese número fue de 1,088,000. Es decir, unas 48,000 personas más quedaron sin trabajo en solo un año.
Si los datos se proyectan al país total, el número de personas sin trabajo asciende a 1,807,000, lo que representa un aumento de 68,085 desempleados en comparación con el primer trimestre del año pasado. La ciudad de Buenos Aires también mostró cifras negativas: el desempleo pasó de 6.7% a 7.8% en el mismo período.
El economista Daniel Schteingart, director de planificación productiva de Fundar, advirtió que la comparación con 2023 es aún más preocupante. “Desde entonces, unas 250,000 personas quedaron desempleadas”, dijo en la red social X.
Precarización ocupacional a pesar de la reactivación económica
Schteingart recordó que, después del comienzo del gobierno actual y la fuerte devaluación del peso, la inflación y la disminución de la actividad económica generaron un salto inmediato en el desempleo. “Los datos del primer trimestre de 2025 están bastante sueltos. Aunque la economía fue reactivada, el desempleo no cayó”, dijo.
El especialista también advirtió sobre el crecimiento de la informalidad laboral. Solo el 46% de las personas con empleo tenían un trabajo asalariado registrado, el nivel más bajo desde 2007. El resto corresponde a trabajadores y trabajadores no registrados, lo que refuerza la tendencia hacia trabajos más precarios. Según los datos oficiales, esta situación ha estado creciendo más de una década.
La precarización laboral ya es una parte estructural del mercado argentino y plantea un desafío para el gobierno. A pesar de los signos de reactivación económica, el presidente Javier Milei Todavía no pudo revertir el deterioro del empleo.