El ex presidente de los Estados Unidos sorprendió con un nuevo paquete de medidas que entrarían en vigor el 1 de agosto. Las tarifas exceden las impuestas a principios de año y podrían desatar una nueva escalada en el comercio global.
En un sorprendente anuncio hecho este sábado, Donald Trump confirmó la imposición del 30% de aranceles a las importaciones de México y la Unión Europea, a pesar de las negociaciones que aún están en curso. Las medidas, según lo detallado por el presidente en una carta oficial, comenzarían a gobernar a partir del 1 de agosto.
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“México me ha estado ayudando a asegurar la frontera, pero lo que México ha hecho no es suficiente”, escribió Trump, justificando el endurecimiento de su posición comercial. La medida plantea cinco puntos porcentuales la tarifa que la Casa Blanca había anunciado a principios de este año, que fue del 25%.
Sin embargo, los productos mexicanos que ingresan bajo el Tratado T-MEC continuarán exentos, así como algunas categorías específicas negociadas previamente. Canadá, que también integra el acuerdo regional, ya había recibido una notificación similar con tasas del 35% en varios de sus productos.
En el caso de la Unión Europea, los nuevos aranceles también representan un aumento considerable en comparación con el 20% anunciado por Trump en abril. Los 27 países del bloque esperaban una actualización de las tarifas de una base del 10% este miércoles, pero la administración estadounidense decidió posponer la entrada en vigor hasta agosto, abriendo una ventana para continuar negociando.
Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha promovido una política arancelaria agresiva, incluso con aliados históricos, generando tensiones diplomáticas, inestabilidad en los mercados financieros y los temores de una posible recesión económica mundial.
Hasta ahora, Estados Unidos solo ha logrado cerrar acuerdos formales con el Reino Unido y Vietnam, además de alcanzar entendimientos temporales con China, lo que mantiene la presión sobre la gestión económica del republicano.
Paralelamente, Bruselas dijo que estaba dispuesto a continuar hablando para evitar los nuevos gravámenes, y ya preparó aranceles de represalia en los productos estadounidenses, en respuesta a las tasas anteriores impuestas sobre el acero y el aluminio. Estas tarifas europeas permanecen suspendidas hasta el 14 de julio, una fecha clave para las relaciones bilaterales.
