Todo el país celebró el gran logro de Julieta Prandi: después de una larga pelea, finalmente logró hacer justicia. Para la posición de abuso sexual, Claudio Contardi, su exhusband y padre de sus hijos, recibió una sentencia de 19 años. La modelo finalmente puede continuar con su vida en paz.
“Hoy empiezo a vivir”, fue la frase de Julieta Prandi, quien comienza antes y después en su vida. En cuanto a la vinculación de sus hijos con Claudio Contardi, la modelo recibió que prefieren no tener contacto con él. Firma en su posición, aclaró lo que sienten los niños ahora que su padre irá a prisión.
“No quieren verlo y fue probado por el servicio de la infancia. Se hicieron muchas entrevistas con psicólogos de la justicia y por la voluntad de los menores no lo ven y nadie puede obligar a un menor a revenciarse si no lo quieren”, dijo. Juliet Prandi.
“Son libres, si quisieran verlo, pueden hacerlo, nunca los prohibí. Es solo su padre biológico, pero nunca se acercó, ni hizo nada para proporcionar su educación, comida, cuidado, es violento y mis hijos han dicho eso. Están en crisis, están cayendo, lo más grande, especialmente, es la gravedad de los hechos. No hay otra causa”, agregó. Añadió.
La relación de la locomotora Oliveros y Julieta Prandi
Poco antes de morir, el Lo -peaker Oliveras dedicó un mensaje emocionante a Julieta Prandi, a quien le gusta, es una sobreviviente de la violencia de género. “Una mujer hermosa, valiosa y muy fuerte. Este mensaje me dejó desde el fondo de su corazón: las mujeres pueden adelantarse a cualquier situación tremenda de la vida”, comenzó.
“Podemos salir de la violencia de género, el dolor, la desesperación, el abandono. Somos fuertes, resistentes y juntos, si nos apoyamos, somos invencibles”, dijo Alejandra locomotora oliveras. Quien ahora dedicó un hermoso mensaje fue Julieta Prandi, quien estaba muy herida frente a la muerte del boxeador.
“Tuve el privilegio de charlar y conocer en profundidad un verdadero ejemplo de supervivencia. Mi alma llenó mi respiración y fuerza. Quería comenzar a entrenar y me dio sus guantes. La tristeza es infinita al pensar que la locomotora se fue.