De Harvard a la UBA: la ofensiva contra las universidades trasciende las fronteras

La ofensiva de Donald Trump contra Harvard busca disciplinar una de las universidades más influyentes de los Estados Unidos. En el programa “comunista”, emitido por Bravo TV, Juan Di Natale enfatizó que no es un conflicto institucional simple sino una “guerra” cultural que expone la tensión entre el poder político y el pensamiento crítico. La eliminación de contratos federales por cada 100 millones de dólares, las amenazas para los estudiantes internacionales y la presión sobre los contenidos académicos son parte de uno avanzado que, con sus matices, también resuena en el argentino del presidente Javier Milei.
Después de Hamas al ataque de Israel el 7 de octubre de 2023, Trump encontró un escenario ideal para regresar a la escena pública con su retórica de polarización habitual. En ese contexto, acusó a Harvard de promover el antisemitismo por la forma en que administró las comunicaciones oficiales y la actividad de los grupos de estudiantes que expresaron su rechazo a la ocupación israelí de la ciudad de Gaza.
La narración de Trump se hizo eco rápidamente en los medios conservadores y en los sectores de poder que ya habían estado cuestionando una serie de universidades agrupadas en lo que se conoce como la Ivy League por supuesta “ideologización progresiva”.
A través de diversas estrategias, la administración Trump promovió medidas concretas para reducir los fondos federales, deslegitimar a los maestros e investigadores y el temor de siembra entre los estudiantes extranjeros que dependen de las visas académicas. Todo esto bajo el paraguas discursivo de “luchar contra el semitismo” y defender la libertad de expresión, aunque paradójicamente a través de la censura y la persecución de voces críticas, como se analiza en la tabla de intelectuales y periodistas del programa.
Di Natale dibujó un paralela: la disputa con Harvard refleja una lógica similar a la vista en Argentina, donde las universidades públicas también son atacadas bajo el pretexto de los ahorros fiscales, mientras intentan disciplinar el pensamiento crítico que surge de esos espacios. “Lo que está en juego no es el presupuesto, sino la autonomía y la producción de conocimiento que se molesta”, reflexionó en el programa que lidera en referencia a la situación actual de la Universidad de Buenos Aires y otras casas de estudio público.
La libertad de expresión también está en riesgo en Casa Rosada
El caso de Harvard ilustra un modelo de intervención que excede las fronteras de los Estados Unidos. Cuando el poder político busca moldear el sistema educativo de acuerdo con sus intereses, lo que está en peligro es la democracia misma, como se evalúa en el piso. Y en un contexto global donde la información circula fragmentadas y falsas noticias erosiona la confianza, el papel de las universidades como espacios de pensamiento libre se vuelve más urgente que nunca.
LB / FPT