La industria textil argentina se enfrenta a una de sus peores crisis en años. Según un informe de la Fundación Pro Team, el 67% de la ropa que se comercializan en el país se importan, y ese porcentaje alcanza el 75% en los centros comerciales. La apertura comercial y el avance de plataformas como Shein y Temu cambiaron el mapa de consumo y dejaron la producción local en una posición crítica.
En un contexto complejo, discutimos cómo afecta el modelo económico actual para la industria, el empleo y la producción local.
Desde la Fundación Pro Tejer continuamos defendiendo la industria nacional que genera trabajo, valor agregado y futuro.
? Sin industria no hay desarrollo posible.
– Fundación Pro Tejer (@protejerfund) 24 de julio de 2025
Caída de ventas y despidos en el sector
El impacto es notable en las figuras. En lo que va del año, más de la mitad de las compañías textiles informaron una caída de al menos 5% en sus ventas. Además, el 60% de los industriales encuestados reconocieron haber reducido el personal. Solo el 35% cree que puede recuperar parte de su capacidad instalada, aunque sin esperanza de alcanzar los niveles de 2023.
Entre enero y mayo, se importaron más de 1.500 millones de dólares en prendas. El número no solo refleja una nueva tendencia de consumo, sino también una pérdida de tierra para talleres locales, fábricas y tiendas. La competencia directa con los precios exteriores deja la producción nacional en desventaja.
Shein, Temu y nuevo consumo digital
Las plataformas asiáticas como Shein y Temu ganaron terreno para su combinación de precios bajos, variedad y facilidad de compra. Una prenda puede costar hasta tres veces menos que en Avellaneda, y el envío suele ser gratuito. El proceso de compra es rápido, simple y, en muchos casos, permite devoluciones gratuitas.
Las importaciones llegan de tres maneras: compras al por mayor, turistas que traen ropa al aire libre y el sistema de puerta a puerta. Las operaciones corporativas aumentaron en un 125% y agregaron 264 millones de dólares. Paralelamente, los turistas argentinos gastaron 1,572 millones de dólares en ropa en sus viajes, 136% más que el año anterior.
Las compras en línea del extranjero también crecieron de manera acelerada: 211% más que el año pasado, alcanzando 242 millones de dólares. Se estima que al menos la mitad corresponde a la ropa. La facilidad de acceder a estas plataformas transformó los hábitos de consumo y reveló las limitaciones del sector local.
Martillo Atrás Envíe más de 300,000 paquetes mensualmente al país. Su catálogo incluye desde ropa hasta herramientas. Mientras tanto, la industria textil nacional se queda atrás de un modelo globalizado que impone nuevas reglas. Sin medidas de contención, miles de empleos y empresas podrían desaparecer.