Clasificación épica del instituto en el clásico contra talleres

En el fútbol hasta el último minuto tienes que jugar … y esperar y soñar. Porque el fútbol está lleno de sueños. Y de ilusiones. El fútbol te enseña que algún día puedes estar en la cima y el otro a continuación; o viceversa. El clásico instituto de Cordoba Talleres dio esas sensaciones. Mientras que algunos celebraron, otros se lamentaron. Eran emociones mixtas interminables: esperanzas y frustraciones. Fútbol, simplemente fútbol.
La ‘gloria’ parecía complicada. El fútbol de Córdoba parecía ver la definición del torneo de televisión. Y no: Institute giró el juego y se clasificó para la ronda de 16 del torneo de Apertura, donde jugará contra Boca. Sueña, el fútbol siempre te invita a soñar.
En un juego donde abundaban los condimentos de fútbol, los liderados por Daniel Oldrá lo ganaron, desde un visitante, 2-1 a talleres en el estadio Mario Alberto Kempes y dejó un clima calentado en Barrio Jardín. Cordobés ClassicAzo.
El ‘gato’ Oldrá, nuevo entrenador del instituto que dejó un legado en Mendoza
Primer tiempo
Proceso cambiante, con momentos de tensión, fricción y en otros de escasez de brillo. El ‘T’ comenzó mejor, pero el ‘Gloria’ logró recuperarse.
Es que, a los 12 minutos, los liderados por el ‘Cholo’ abrieron el marcador. Una gran subida y una mejor definición de Galarza puso emoción temprana en el clásico. Era decisivo y derrotó la resistencia defensiva de Albirroja. Los agujeros de la defensa del Instituto fueron una constante durante todo el torneo.
El juego no mejoró, pero hacía calor en el campo. A los 20 ‘hubo un impulso entre los jugadores y el árbitro llamó a los capitanes para pedirles que se calmen. El que no se calmó fue Matías Godoy, quien tres minutos después fue expulsado por un doble amarillo, y dejó el juego señalado a los puestos de Albiazul. Godoy dio otro golpe al instituto, que debería recuperarse rápidamente, y ahora con un jugador menos.
El que se hizo cargo fue Lodico, quien intentó jugar al equipo en medio de una cuesta arriba, los talleres iban a regresar. Y el 42 ‘, Alex Luna, con un tiro cruzado, anotó un gol. Un empate que a esa altura generó esperanzas.
Por segunda vez
La segunda etapa tenía todo. Se prestó por ilusión. El Instituto jugó con la urgencia de ganar para calificar, sabiendo que Godoy Cruz estaba perdiendo; y talleres con la “vergüenza” de querer cerrar el concurso con una alegría ante su gente en un clásico. Y toda esa sensación de que estábamos presenciando un juego final abierto, aumentó cuando Depietri fue expulsado por una doble advertencia.
El juego parecía roto, con el centro del campo como zona de tránsito. Fueron y vinieron, aunque no había peligro real. Eran solo intenciones; Pero las intenciones se convirtieron en acción cuando a 34 ‘un disparo desde fuera del área de Damián Puebla, que se desvió en Marcos Portillo, se desalojó a Burrai y el objetivo. Objetivo y clasificación!
“Jugadores, C … de su madre …!” La despedida de los jugadores de fútbol de Albiazules; Mientras que los jugadores ‘gloriosos’ celebraron la clasificación épica en el campo. El fútbol siempre se revela.
Por segundo año consecutivo, Belgrano, talleres e instituto cambiaron de técnico a mitad de camino
La historia del taller
La barra era alta, y eso tiene sus consecuencias. Acostumbrarse al éxito provoca emociones que para mantenerlas tienes que poner ciertas demandas. Por lo tanto, muchos pueden sorprender que en el año la institución logró la estrella nacional esperada, juega un clásico con un bajo número de fanáticos en el estadio. Ese viejo dicho que “en lo malo mucho más”, los talleres siempre lo dejaban en claro; Es por eso que el sentimiento es que esta ausencia en Mario Kempes es un mensaje para los jugadores, y algunas actitudes, y el liderazgo. El fanático del ‘Matador’ siempre lo será, pero ahora se comunica con su falta: no todo es tan bueno. Y sí, son las demandas de la barra alta.
Pero, ¿qué es esa manía para quedarse con los que “no estaban”? Aquellos que reunieron el estadio pusieron su color, acumularon los colores, incluso en desacuerdo con muchas situaciones de este presente, no solo abandonaron sus talleres. Y pusieron la fiesta, las banderas, la canción y lo que es necesario para este tipo de eventos. Los ‘matadores’ que reunieron su reconocimiento. También dejaron su mensaje … aplaudieron (el más aplaudido fue Pablo Guiñazú) y silbó (el más desaprobado fue Sebastián Palacios), y no se quedaron solo en arrepentimientos. “En lo malo mucho más”. Pero los malos talleres no están presentes: nadie se olvida, hace una década, el equipo deambuló en la tercera división. Hoy juega torneos internacionales. Y por lo tanto, por supuesto, las demandas. La barra alta, este cronista repite, tiene sus consecuencias.
Soldado americano