Certificado de SME: el beneficio clave que se olvida en abril

Con abril, se renueva un procedimiento fundamental para miles de pequeñas y medianas empresas en Argentina.
Para hablar sobre este tema, Channel E se comunicó con Elisabeth Piacentini, una contadora afluente y especialista en PYME, que advirtió que “en abril el certificado de PYME se renueva” y que, si no se revisa y actualiza correctamente, muchas compañías pierden beneficios sin siquiera saberlo. Uno de los más importantes es el IVA diferido, que permite posponer el pago de ese impuesto 90 días sin intereses.
“Quizás no se renova porque hemos omitido alguna presentación del IVA de los cargos sociales, y sin saberlo, el certificado de PYME cayó”, explicó.
El beneficio del IVA diferido: una herramienta financiera
Piacentini explicó que el beneficio más relevante ofrecido por el certificado de PYME es el aplazamiento del IVA, que genera un ahorro financiero importante: “Es un beneficio muy importante y sabe que no es tan conocido”, dijo.
Este aplazamiento permite que el IVA pague tres meses después del vencimiento original, que es equivalente a aprovechar una rentabilidad cercana al 9% de financiación en un contexto de altas tasas.
“Recuerdo que cuando este beneficio apareció en 2016, muchos empresarios me dijeron ‘que pago cuando tengo que pagar’, y no lo aprovecharon. Ahora es clave, incluso con menos inflación”, agregó.
Qué hacer si el certificado ganó
Para aquellos que olvidaron renovar el certificado, Piacentini aclaró que no todo se pierde: “Tienen que pedir ese mes, es un proceso que toma, pero solo el mes siguiente puede usar el beneficio de IVA diferido nuevamente”. Por ejemplo, si se solicita en mayo, el aplazamiento solo se aplicará en junio.
Además, recordó a los empresarios que revisen y llamen al artículo correspondiente al IVA diferido dentro del proceso en línea, ya que muchos “tienen el certificado, pero no llamaron a ese artículo”.
Distribución de servicios públicos: ¿una estrategia o una contradicción?
El tributarista también habló sobre otra práctica que ganó fuerza en los últimos tiempos: la distribución anticipada de las ganancias a los socios. “Era una práctica habitual dentro de la planificación fiscal retirar los servicios públicos y que los socios invierten, no la sociedad”, explicó.
Esto se debe a que las personas humanas no pagan ganancias para los rendimientos de inversión en los pesos, mientras que las compañías lo hacen: “La compañía paga una tasa cercana al 30-35%, mientras que el socio, si invierte en un fondo común o un término fijo, no paga nada”.
¿Cómo se explica cuando no hay dinero para los salarios?
Cuando se le preguntó sobre las tensiones generadas por esta práctica cuando hay empresas que no pueden pagar los salarios, pero que distribuyen ganancias, Piacentini dijo: “Aquí hay un saldo. Hay créditos de capital de trabajo que a veces permiten remediar esa situación, pero también debemos pensar en la carpeta bancaria y el saldo que mostramos”.
Y enfatizó que el certificado de PYME actualizado le permite acceder a mejores condiciones de financiación: “Más cuotas, mejores tarifas”.
Sectores con mayor capacidad inactiva
Finalmente, Piacentini mencionó que hay sectores muy derrotados, como textiles, automotriz y metalúrgicos: “Son empresas que aún ven caer a sus clientes, ven que la compra se reduce, vea que no hay poder de consumo”. La caída en el consumo afecta directamente la capacidad instalada de muchas PYME, que no cubren su potencial de producción.