La Cámara de Casación Criminal Federal ratificó la sentencia de prisión de diez años para el ex comisionado de la policía federal argentina, Roberto Álvarez, en el marco del caso “Contrafensivo Montonera III”. Además, el tribunal instó al gobierno a preservar los sitios de memoria y los archivos de la dictadura, fundamental para reconstruir la historia.
Los jueces Alejandro W. Slokar, Ángela E. Ledesma y Guillermo Yacobucci firmaron el fallo. Confirmaron el fallo del Tribunal Penal Federal No. 4 de San Martín, quien encontró a Álvarez culpable por privar a la libertad ilegítimamente y aplicar tormentos agravados a una víctima de la “Montonera contraactiva”.
Caso de Edith Bona
Edith Aixa Bona y su compañero, Gervasio Martín Guadix, militada en Montoneros y regresaron del exilio en 1979. En marzo de 1980, la secuestraron unas horas después de su compañero, en la ciudad de Buenos Aires. Primero la llevaron a un centro de detención clandestino en Campo de Mayo. Luego, la transfirieron a la delegación de San Martín de la Policía Federal Argentina, donde Álvarez era un jefe.
Durante una semana, Bona permaneció encadenada a una cuna, sin recibir comida. Luego “legalizaron” y lo enviaron a la prisión de Devoto. Su testimonio fue clave para condenar al ex comisionado.
Conservación de la memoria histórica
En su resolución, el juez Slokar destacó la importancia de conservar la evidencia y proteger los derechos de las víctimas. También señaló la necesidad de evitar la revictimización y garantizar la seguridad personal de los sobrevivientes y la familia.
El magistrado citó informes de expertos en la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (IACHR), que alertaron sobre el peligro de la negación o las posiciones relativistas con respecto a las graves violaciones de los derechos humanos que ocurrieron durante la dictadura.
El IACHR reiteró que los estados deben reconocer la verdad histórica y asumir su responsabilidad. Se deben preservar los sitios de memoria y los archivos de la dictadura. También enfatizó la necesidad de garantizar la conservación de la memoria histórica, incluir el tema en el plan de estudios escolar obligatorio y promover una cultura de los derechos humanos y la democracia. Estas medidas buscan evitar que estos crímenes se repitan en el futuro.