Antes de la votación final sobre el proyecto de archivo limpio, el senador de la Unión Cívica Radical, Carolina Losada, era optimista contra un panorama que parecía favorable para el partido gobernante, pero no pasó al resultado final. El senador Santa Fe defendió la larga carrera del proyecto que ahora debe esperar hasta 2026 para ser aprobado.
En un diálogo exclusivo con el Intransigente, Losada expresó su descontento con el aplazamiento del voto final del proyecto diseñado por el Diputado del Pro, Silvia Lospenno, y modificado por el gobierno nacional. “No entiendo por qué la votación se estiró tanto, podría haberse hecho la semana pasada”, dijo Losada y agregó: “La semana pasada hubo una sesión en homenaje al Papa Francisco por su muerte. Ese día se podía ver que éramos todos los senadores, aunque algunos dijeron que iban a viajar a Roma, que al final no lo hicieron.
El legislador de Santa Fe dijo que el debate podría haberse llevado a cabo el jueves pasado 1. “Hoy, la tarjeta limpia debería ser aprobada, y sin modificaciones, porque eso haría que el proyecto regrese a los diputados”, dijo el legislador y recordó la larga carrera del proyecto que todavía no logra su sanción por parte del Congreso: “Es un orden que no nació de la política y de la ciudadana en sí misma.
El senador dijo que la sanción de la ley “sería un primer paso en la lucha contra la corrupción”, también dijo que debería replicarse en todas las provincias del país. Losada fue uno de los 36 votos a favor de los cuales tuvo el proyecto, que en el último momento no alcanzó el número de votos necesarios para aprobar.
Durante las semanas previas a la votación, el Gobierno de Javier Milei mantuvo reuniones con los diferentes bloques del Senado para garantizar los votos necesarios para imponerse a la oposición. Antes de la sesión, el partido gobernante esperaba tener 38 votos a favor de la ley de tarjetas limpias, sin embargo, dos cambios de última hora por parte de los senadores del Frente de Concordia, Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, terminaron hundiendo las esperanzas del partido gobernante.