En Córdoba, cada vez más personas eligen delegar la construcción de su hogar en empresas que ofrecen soluciones clave clave. En ese contexto, Casco Blanco ganó terreno con un modelo que tiene como objetivo resolver los dos grandes desafíos del artículo: la falta de previsibilidad y pérdida de confianza. Su experiencia muestra cómo se redefine el vínculo entre clientes y empresas de construcción, en un sector cruzado por urgencias económicas y historias de trabajo inacabadas.
CO -Founded por Franco Martínez, la compañía Córdoba combina diseño, satisfacción de plazos y tratamiento directo con el cliente para ofrecer viviendas dúplex de una sola familia y calidad, adaptada a las necesidades reales de las familias.
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Casco Blanco se especializa en la construcción tradicional de casas y dúplex en la propia tierra del cliente, y trabaja con proyectos existentes y desarrollos diseñados a medida. “Si ya tiene un proyecto, lo ejecutamos; si no, lo diseñamos desde cero”, explica Martínez. El equipo técnico, compuesto por arquitectos, ingenieros y contratistas, acompaña a todo el proceso: desde la planificación, la presentación de planes y la obtención de permisos, la entrega final.
La compañía propone un proceso ordenado y claro, con una duración estimada de 11 meses para una casa tipo 150 m2. La rigurosa dirección técnica y la presencia constante en el campo son clave para alcanzar ese objetivo. “Recojo las obras, incluso los fines de semana”, dice Martínez.
Fortalezas que generan confianza
El casco blanco difiere por prácticas que priorizan la confianza y la transparencia:
– Sin avances: “No pedimos avances”, dice Martínez, una política que contrasta con las empresas que desaparecen con el dinero del cliente.
– Precios y materiales reales a la vista: “Los materiales están ahí, puedes verlos y tocarlos”, agrega.
– Obras visitables: invitan a clientes potenciales a conocer obras actuales o entregadas, e incluso diálogos con otros clientes y arquitectos.
– plazos reales y satisfactables: “Trabajo que comienza, el trabajo que termina”. Y si surge inesperado, el equipo busca soluciones sin demoras innecesarias.
– Flexibilidad Según el presupuesto: la compañía adapta los proyectos al bolsillo del cliente, incluso trabajando en etapas. “Si necesita moverse ahora, construimos el primer piso y dejamos todo preparado para expandirse más tarde”, dice.
“Bomberos de sueños frustrados”
Con el tiempo, la compañía tuvo que intervenir en proyectos de personas estafadas por empresas de construcción falsas o disfrazados de financiación, donde la tierra estaba vacía o ni siquiera había comenzado el movimiento del suelo, a pesar de que los clientes ya habían pagado toda la casa.
Ante estos casos, la compañía estaba a cargo de cercar la tierra, diseñando los planes y comenzando desde cero. “Tuvo que confiar nuevamente con el cliente. Y lo hicimos con hechos, no con palabras”, dicen.
Franco Martínez, fundador de Casco Blanco.
La compañía tiene una presencia activa en áreas de desarrollo urbano fuerte, como Learn, Springs, Mendiolaza, San Nicolás y Unquillo. En estos polos, la demanda ha estado creciendo de manera sostenida.
Actualmente, tiene un depósito de material de 100 m2 en el vecindario y proyectos de Los Naranjos para mudarse en 2025 a Docta, donde se abrirá un nuevo lugar de más de 300 m2 exclusivamente para su actividad constructiva. Además, planea expandir su corral a 1.200 m2, lo que permitirá optimizar la logística y controlar la calidad del primer ladrillo.
El propio corral, donde venden ladrillos, cerámicas, planchas, viguetas y cemento, es una unidad de negocios estratégica que fortalece el modelo integral de la empresa.
Proyectos en progreso
Entre los trabajos sobresalientes están:
– Premium House (160 m2) en Pampas de Manantiales: 3 unidades – US $ 950 el M2 – entrega estimada en 11 meses.
– Vivienda sorprendente en la urbanización inteligente de Dota: 8 unidades – US $ 780 el M2 – entrega estimada en 10 meses.
Ambos proyectos están diseñados para familias que priorizan la calidad, el cumplimiento y la atención personalizada, con financiamiento para el progreso laboral.
Casco Blanco trabaja en una nueva tecla “clave”, diseñada para familias trabajadoras que no tienen tiempo para administrar cada etapa de una obra. Es una propuesta integral que simplifica el proceso: proyecto, materiales y ejecución en un solo paquete.
“Construir es un arte, no un negocio financiero disfrazado”, dice Martínez.
Optimismo contra el nuevo escenario económico
El propietario de la compañía es optimista sobre el futuro de la construcción en Argentina. La unificación de intercambio, la disminución de la inflación y el flujo de salida, mantiene, permitirá un contexto más favorable para la inversión y el acceso al crédito. “Eso traerá más construcción y mayor oferta. Será un círculo virtuoso”.