28 vestidos, 90 aviones privados y un menú digno de Olimpo marcaron el matrimonio de Jeff Bezos con Lauren Sánchez, definido en el programa “comunista”, por Bravo TV, como “la boda más obscena del capitalismo moderno”. La especialista en comunicación política Eugenia Mitchelstein ironó: “50 mil dólares por invitado, ¿es una boda o una ronda de inversión?” El conductor Juan Di Natale acompañó a datos duros: la fiesta duró tres días en Venecia, incluyó espectáculos de Elton John y Lady Gaga, y un anillo de hasta cinco millones de dólares.
La ceremonia, planificada como un éxito de taquilla de Hollywood, reunió a 200 invitados, incluidas las figuras de set de World Set. Entre los asistentes estaban el ex director ejecutivo de Microsoft, Bill Gates, el jugador de fútbol Tom Brady y la hija de Donald TrumpIvanka Trump, quien llegó a bordo de los yates o en vuelos privados. El vestido principal de la novia fue diseñado por Oscar de la Renta, pero también llevaba piezas de Dolce & Gabbana y Gaglia Lab. Según Mitchelstein, “la cifra de gastos estimada supera los 50 millones de dólares. No por amor, sino para el espectáculo”.
Di Natale recordó que la pareja se conoció cuando Bezos todavía estaba casado con Mackenzie Scott, y Sánchez con su entonces esposo, representante del actor Hugh Jackman. “El hermano de Lauren filtró las chats calientes por dinero. Así comenzó todo”, agregó.
Con una historia digna de guiones de transmisión y una fortuna de 231 mil millones de dólares como telón de fondo, Bezos, fundador del gigante en línea de Amazon, convirtió su matrimonio en una exposición de poder. Mitchelstein cerró con sarcasmo: “Una pareja que nació de un escándalo y celebró el amor entre aviones privados, millones y brillantes”. Entre la ostentación, los anillos gigantes y los datos duros, la boda funcionó como radiografía perfecta del nuevo amor en tiempos de algoritmos y billeteras cuasi infinitas.
LB / FPT
