Estos son dos adolescentes de 16 y 17 años acusados de participar en la violenta entrada al organizador del Festival Right y fundador de South Sheets, Armando Andrés Mego, en Villa Pueyrredón.
Las capturas, ordenadas por el Tribunal Nacional de Minores No. 6 por el juez Carlos Cociancich, fueron ejecutadas por la policía de la ciudad después de un extenso trabajo de investigación que incluía el análisis de la filmación de seguridad, los datos de campo y el seguimiento de objetos robados. Durante los procedimientos, se incautaron los teléfonos celulares, la ropa similar a las utilizadas por los atacantes y otros elementos de interés para la causa, según se publicó. Infobas.
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Estos dos nuevos arrestos se agregan a los de otros dos jóvenes de 17 años, que ya habían sido detenidos el 28 de julio en tres redadas simultáneas en Buenos Aires. Los cuatro menores involucrados en el caso han sido alojados en un instituto para menores.
¿Cómo fue la entrada del 16 de julio?
En las primeras horas del 16 de julio, cuatro jóvenes encapuchados irrumpieron violentamente en la casa de Armando Andrés Mego en Villa Pueyrredón, donde estaba con su hija. Los atacantes lo sometieron con extrema brutalidad: lo obligaron a ponerse de rodillas, le pusieron una bolsa en la cara para sofocarlo, apretaron su cuello con una cuerda y lo golpearon en la cabeza con una mueca de 10 kilos. Mientras esto sucedía, uno de los asaltantes inmovilizó a su hija en otra habitación.
Mego dijo que, a pesar de las ofertas de dinero y objetos de valor, los agresores mostraron un aparente intento de asesinato en lugar de un robo convencional. Después de la agresión, los delincuentes huyeron con el automóvil familiar (que dejaron horas después), perfumes y otros objetos, pero no se tomaron computadoras ni dispositivos electrónicos. La hija logró asistir a su padre después del ataque y destruidos los números de teléfono, tuvieron que pedir ayuda a los vecinos para contactar a la policía y una ambulancia. El mego resultó en varias costillas fracturadas, dientes rotos y heridas en la cabeza, por lo que fue hospitalizado inmediatamente. Su testimonio y cámaras de seguridad fueron clave para la posterior identificación y captura de sospechosos.
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