La candidatura de Buenos Aires de Cristina Kirchner puede volver a emitir un nuevo duelo de masa-grabois

La política argentina, la maquinaria eterna de equilibrios precarios y tensiones no resueltas, amenaza con renovar una fractura que no es nueva, y que en el peronismo ya tenía un paso a través de las urnas extremadamente interesantes.
Sergio Massa y Juan Grabois son los que aparecen en el centro de ese pasante que, como péndulo, recuerda la elección que enfrentó en 2023, cuando el Tigense era el candidato presidencial. La novedad es que, esta vez, no hay un canal de amortiguadores, y la declaración de Cristina Kirchner que dice que será candidata para el legislador provincial para el 3er. La sección electoral, su bastión de Matancero, altera la junta porque la discusión pasa a quién “tendrá la pluma Lista”.
La decisión de CFK es un retiro medio político -político: la espada de Damócles de la Corte con su doble condena lo obliga a buscar Fueros urgentes. Es que el tribunal más alto confirmó su sentencia antes de la presentación de las listas, su prisión de Domiliaria, incluso si quiere llamarla “proscripción”, será inevitable.
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El duelo electoral en la tercera sección y la apuesta arriesgada de la libertad avanza
Es por eso que el jueves 5 de junio, después de cinco meses de dudas y confrontaciones, acordó hablar con Axel Kicillof reunidos. No hubo fotos ni comuniques, pero durante el andamio congelado del peronismo comenzó a moverse.
El anuncio de Cristina permitió a Kicillof convocar para este lunes un encuentro clave de su estructura política, el nuevo movimiento derecho al futuro (MDF), con Alcaldes de Buenos Aires. Se esperan definiciones más claras: ¿jugará el gobernador dentro de la Unión para la patria o la tensión de la cuerda con su “construcción propia”?
Grabaois hace tu juego
Mientras tanto, este sábado, el ex presidente aparecerá en público en Corrientes para apoyar a Martín Ascúa, actual alcalde y candidato para gobernador en una provincia controlada hace dos décadas por el radicalismo. Y en esa imagen, el que apareció en las últimas horas para sentarse su posición fue Juan Grabais para dejar en claro “No voy a ir a la lista de otro”
“Dada la definición de Cristina, en octubre nuestra estrategia es que soy candidato para el diputado nacional para la provincia de Buenos Aires”, dijo el líder del frente de Patria Grande en el Canal de Gelatina. En esa frase, advierte que podría ir a la legislativa provincial en el exterior si el peronismo no le da lugar.
Grabois no solo habló sobre PBA, sino que también anunció que Ofelia Fernández dirigirá su propia lista en la ciudad. Sin medias tintas, dijo que su corriente interna no estará subordinada a una arquitectura electoral que considera agotada. “La unidad no existe. ¿Vendrán a mí con una cosa atrapada con poxipol para decirme que esta es la unidad?”
Las palabras de la explicación presidencial revelan una convicción que se consolida en los márgenes del peronismo: sin una interna regulada, es posible que las diferencias conduzcan a una ruptura, y las posibilidades de derrota crecerían exponencialmente. Se invertiría la situación de 2023, cuando el peronismo apoyaba a Kicillof, y la oposición se dividió entre Grindetti y Piparo, luego libertario.
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Ahora todos los ojos señalan a Sergio Massa, una criada en el juego de Enigma, que ya ha comenzado a recibir presiones: quieren definiciones (y lugares en las listas). El miércoles pasado, un grupo de alcaldes del frente renovado se reunió con él en Chascomús. Algunos, como Javier Osuna (Las Heras) y Juan Andreotti (San Fernando), propusieron liderar la lista de senadores provinciales para la primera sección. Otros le piden que se postule como primer diputado nacional.
Ambas opciones lo colocan como el protagonista de la boleta de Buenos Aires, en un juego de espejo con Cristina. Pero su decisión aún no se toma, o al menos el ex ministro no la hizo pública. Esperará, dicen en su entorno, incluso en el Congreso del Frente Renovado en julio. Aunque formalmente tiene tiempo hasta el 19 de ese mes para definir su candidatura, sus partidarios son muchos: “Massa también tiene que ser un candidato”, su aliada Cecilia Moreau lo empujó.
La verdad es que esta imagen, la reedición de la hipotética de una política entre Massa y Recordois podría tener una versión 2025. En 2023, el Tigrense claramente ganó en el paso, con el peso del dispositivo Kirchner alineado de su lado. Pero con una campaña infinitamente menos onerosa, Recordois obtuvo una cosecha de votos no insignificantes para un debut electoral. Ese interno puede, entonces, tener su venganza.
Un sector del masismo imagina un escenario de polarización con el fallo libertario, donde la Tigense puede encarnar la “racionalidad” contra el caos. En ese momento aparece la hipótesis de que Massa lidera la lista de diputados nacionales, con el respaldo de La Cámpora y el propio Christinism, como sucedió en 2023. Para RecordOis, esa opción es inaceptable. Lo dice claramente: “No voy a otra lista, pase lo que pase”.
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La paradoja es que una fractura del peronismo, para completar, sería la mejor noticia para Milei y el profesional, si finalmente se aliaron. Con la incorporación de los sectores profesionales en su estructura, el presidente busca consolidar una oferta unificada. El tiempo que queda hasta julio será de enorme expectativa política. Y judicial, por supuesto, también esperando ver si la Corte Suprema emitió las condenas de Cristina Kirchner, que ya pasó para la primera y segunda instancia.
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