Ford Frozen y Toyota aplicaron solo 1.5%

La advertencia del Ministro de Economía, Luis Caputo, sobre posibles aumentos injustificados en el sector automotriz comenzó a entrar en vigencia. Ford decidió congelar los precios para May y Toyota aplicó un aumento mínimo de 1.5% en promedio, muy por debajo de la inflación, marcando así un claro gesto de apoyo a la dirección económica del gobierno.
El miércoles por la noche, el jefe del Palacio de Finanzas reaccionó a la versión que Stellantis, un grupo que reúne a Fiat, Peugeot, Citroën, Jeep y otras marcas, planeó un aumento del 3.5% en sus listas para mayo. “Si la confianza se rompe, que cuesta tanto construir, usaremos nuestras herramientas para defender a los consumidores”, escribió Caputo en X, en respuesta al periodista Horacio Alonso.
El mensaje tuvo un fuerte impacto en el sector y paralizó las decisiones comerciales que estaban a punto de definirse. Stellantis, quien planeó un evento ese mismo día, respondió que aún no había definido sus precios e históricamente actualiza las listas entre 5 y 7 de cada mes. Paralelamente, otras terminales se alinearon rápidamente con la política de contención de precios del gobierno.
Ford y Toyota marcaron el patrón
Ford Argentina fue el primero en dar una señal clara. A los 19 del miércoles, su presidente Martín Galdeano informó que la compañía mantendría los precios de abril sin cambios. “No es hora de tomar decisiones apresuradas. Acompañamos el proceso de normalización económica y mejora de la competitividad”, explicó.
Minutos después, Caputo celebró el gesto con un breve y elocuente mensaje: “Ford sin ningún precio para mayo”, acompañado de tres aplausos emojis. El sector lo leyó como un apoyo directo para aquellos que se alinean con la hoja de ruta oficial.
Toyota, mientras tanto, rompió su tradición de anunciar listas en el último día hábil del mes y retrasó la comunicación hasta el jueves. Finalmente, el terminal japonés confirmó un aumento promedio de 1.5%, con ratas más bajas en la entrada y modelos más altos en vehículos de alto nivel.
El esquema muestra que, a pesar del contexto inflacionario y la incertidumbre derivados del nuevo sistema de banda de intercambio, las principales marcas eligieron mantener la prudencia y evitar una confrontación con la administración de Javier Milei.
La estrategia oficial: previsibilidad y presión
Desde el Ministerio de Economía, interpretan que una parte del sector industrial aún no ha terminado de adaptarse al nuevo marco. La flotación entre bandas, hoy entre $ 1,000 y $ 1,400, eliminó la clavija de rastreo, y eso desactivó la referencia del 2% mensual que sirvió como una guía tácita para los ajustes.
Sin embargo, del gobierno sostienen que no hay razones para aumentar abruptos, mientras que la política económica logró anclar las expectativas, estabilizar la macro y comenzar a normalizar el frente fiscal. En ese sentido, la política comercial debe acompañar el nuevo escenario.
“Con las acciones, la alta inflación y un BCRA roto, los márgenes de las terminales fueron un misterio. Ahora se ordena la economía, y quien se aproveche encontrará un gobierno dispuesto a intervenir dentro de la ley”, dijeron en las oficinas oficiales.
La industria en modo de expectativa
El resto de los terminales todavía comunicaban oficialmente sus listas para mayo. Los distribuidores consultados esperan definiciones en las próximas 72 horas, mientras que reina la precaución. Muchos están comprometidos a mantener los precios sin cambios o aplicar ajustes simbólicos para no generar un nuevo conflicto con el gobierno.
El mensaje es claro: el ejecutivo requiere la responsabilidad de la formación de precios y no permitirá abusos en un contexto de reactivación. La estrategia combina la presión pública, las negociaciones discretas y la exposición a los medios, como en el caso de Volkswagen hace semanas, cuando se detuvo un aumento después de un puesto de Caputo.