“Las ratas del Senado evitaron congelar su dieta. Recolectarán 9 millones de pesos por mes”, el presidente Javier Milei repudió en la red social X, haciéndose eco del valor bruto que los legisladores recibirán desde mayo. “Me parece que la publicación está más dirigida a la vicepresidenta Victoria Villarruel que algo más”, dijo Gabriela Pepe en “comunistas”, en referencia a la fría relación que el libertario mantiene con el jefe del Senado.
El costo de la política y lo que a cambio da a los ciudadanos fue el eje del debate que los intelectuales y periodistas mantuvieron en la mesa del programa que se transmite de lunes a viernes a 22 por televisión Bravo.
“La legislatura de la ciudad de Buenos Aires costó 160 mil millones de pesos el año pasado. 60 legisladores, ¿para qué?” Raúl Timerman disparó, poco más de dos semanas después de la celebración de las elecciones el 18 de mayo.
La decisión votada por los propios senadores generó un fuerte repudio en las redes sociales y las críticas tanto de los sectores de la oposición como dentro del fallo en sí, en medio de un discurso gubernamental que promueve la austeridad y la reducción del gasto público. De bolsillo, la dieta de los senadores alcanzará los 7 millones de pesos, este es un millón de pesos más que el percibido el mes anterior.
El aumento salarial se aprobó en el Senado por medio de un voto al alza, sin debate previo en el recinto, y se formalizó a través de una resolución interna. Este aumento viene en un contexto de ajuste económico generalizado y la caída del poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores.
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Fabián Requeijo, analista invitado en el programa, dijo al respecto y dijo: “Los diputados sienten cuatro años y no contribuyen nada al país. Su salario debería estar asociado con lo que generan”. Además, explicó: “No nos quejamos de lo que pueden recopilar, sino de costos indirectos. El costo de los legisladores es escasa con todos los asesores y la estructura que generan”.
En este contexto, mientras que el gobierno nacional promueve un recorte de organismos públicos y despidos en el estado, el aumento de los salarios legislativos profundiza la distancia entre la clase política y la sociedad, según la apariencia propuesta sobre la mesa.
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